por Quibian Gaytan
Este 15 de octubre del año en curso, 2011, las masas trabajadoras y masas populares han estado escribiendo una bellísima nueva página en el libro de la historia de la lucha de clases. Aquella de la resistencia contra la dictadura de los bancos, la rama putrefacta de la dictadura internacional de la Oligarquía Financiera, dominante en las potencias imperialistas de Estados Unidos de Norteamérica, Europa y Asia, y su pretensión a través de ellos y sus gobiernos marionetas de descargar los costes de la profunda y catastrófica crisis económica que le atenaza -la que resquebrajando los cimientos de todo el orden burgués apertura un agudizamiento de sus contradicciones insalvables-, sobre las espaldas de los trabajadores de todos los países.
Estas acciones de la clase proletaria y clases populares, las que transcienden las fronteras políticas burguesas, independientemente del área territorial nacional de establecimiento, ponen de manifiesto la identidad internacional de su interés de clase y el nivel de su conciencia de clase, así como de sus objetivos económicos y políticos; los que son únicos y comunes. Esto es, ponen al día el objetivo único que anima su lucha objetivamente revolucionaria, pese a su carácter reivindicacionistas y a-partidista: la dictadura del capital y la necesidad de poner de moda, una vez más, la bandera revolucionaria del Socialismo.
En ese día y en todo el mundo, decenas de miles de personas salieron a las calles siguiendo la simbólica línea de "Ocupar Wall Street", por el movimiento en los EE.UU. haciéndola propia y contra su propia burguesía imperialista…
Como señala el semanario Rote Fahne, órgano del Partido Marxista Leninista de Alemania, no sólo las mayores acciones se han dado en Berlín y Frankfurt / Main, sino también en Hamburgo, Munich y Colonia. Remarcando, asimismo, que un corresponsal de noticias de Berlín ha señalado.. "Hoy alrededor de 8.000 a 10.000 personas salieron a las calles, los participantes provenían de todos los ámbitos de la vida de social en la manifestación estuvieron de acuerdo en que debe terminar ya, o una vez más, continúen con la política de “salvar” a los bancos. Se podía ver un verdadero mar cuando los manifestantes finalmente iban por el camino. Muchos consideraron que esto es sólo el comienzo y, finalmente, se espera que siga así. "Y seguro que seguirá así.
Si la globalización imperialista ha dado un salto adelante desde finales del siglo XX a hoy, éste fenómeno no puede no impulsar el entrelazamiento mundial de la actual jornada de lucha con la inevitabilidad del impulse de la Revolución Socialista Internacional.
El capitalismo, en su fase imperialista, agonizante, no puede no engendrar a su sepulturero y el medio de hacerle bien morir. El imperialismo no puede ser reformado, menos con el amputamiento de su brazo gangrenado, el capital financiero. Nada de eutanasia social, es la revolución social. Los comunistas no somos enfermeros del capitalismo, somos los realizadores de la historia. Es la historia misma que le ha condenado a desaparecer y dejar lugar al mundo nuevo, al mundo del trabajo.
Debemos nosotros, comunistas, inculcarle a las masas en rebelión espontánea la idea que cuanto antes cerremos este capítulo, será mucho mejor para todos. ¡Obreros del Mundo, haced como una vez hicieron los proletarios rusos contra sus zares, terratenientes y capitalistas de Rusia!
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