Nunca después del sesentiocho y del setentisiete se había verificado en Italia una manifestación de masas contra el capitalismo, del gobierno que cuida sus negocios, como esta mañana en Roma. Un suceso histórico, que podría marcar un viraje en la lucha de clases en nuestro país. En ella han sido protagonistas cerca de 500 mil manifestantes, en su gran mayoría jóvenes y jovenisimos, provenientes de toda Italia, comprendida Sicilia.
Las graves, erróneas y contraproducentes acciones provocadoras de vía Cavour no alteran mínimamente el significado y el valor político de la exaltante manifestación. Hacen solo el juego del capitalismo, de su gobierno, de sus instituciones y de los polítiqueros burgueses de derecha y de “izquierda”. El hecho incontrovertible es que las masas no quieren absolutamente pagar la deuda causada por la crisis económica y financiera del capitalismo. Y por esto atacan políticamente a la banca y a la finanza que le están hambreando y que tienen en un puño a los Estados y a los gobiernos burgueses para engrasar a un puñado de sanguijuelas.
Las cargas en plaza San Giovanni por las “fuerzas del orden” de Maroni no tienen ninguna razón para haber sido realizadas, sino aquella de demostrar que en Italia comanda la clase burguesa y que el pueblo no tiene ningún derecho de rebelarse contra su orden y contra su política de lagrimas y sangre. Un motivo de más para hacerla terminar de una vez por todas con el gobierno del masacrador social Berlusconi lanzándose todos a las plazas. Esperamos que lo comprendan también la cobarde, inconcluyente y ridícula oposición parlamentaria.
Todos los pueblos del mundo, como lo demuestran las actuales manifestaciones en 82 países, han tomado conciencia que el capital financiero, o sea el capitalismo, es el enemigo común y que no tienen más temor para descender a la plaza para combatirlo. Quedando sólo de comprender que la única y verdadera alternativa a él no son los gobiernos de “izquierda”, bien sí el socialismo, esto es el gobierno de la clase obrera.
Oficina de prensa del PMLI
Firenze, 15 de octubre de 20011
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