RECICLADORES DEL REVISIONISMO MODERNO

por Quibian Gaytan

Curioseando por conocido blog me he encontrado con un artículo, de una periodista rusa, que me ha llamado la atención por su forma nada particular de encubrir las actuaciones de los revisionistas modernos. Su esfuerzo infructuoso de hacerlos aceptables al proletariado ruso, reciclando a viejos y nuevos renegados antisoviéticos, aunque para eso hayan tenido que echarse al hombro ese viejo fardo repleto de falsificaciones y distorsiones, ahora, etiquetándolo de “stalinista”.

De entrada la periodista Valentina Rushnikova, escribiendo para Pravda (nada que ver con la Pravda de Lenin y Stalin, y sí mucho con la de los revisionistas kruschevistas), escribe:

“Hace 20 años los destructores del País de los Soviets consiguieron culminar el golpe de estado y comenzar la restauración del capitalismo en nuestro país. Mucho antes de 1991 ya se había creado y estaba en pleno funcionamiento la “quinta columna”, inculcando progresivamente en la conciencia de la gente el irrespeto por el modo de vida socialista, a menudo originando problemas de un modo artificial. No solo operaba la propaganda antisoviética, que se servía de determinadas dificultades del sistema socialista, también estaba en marcha la actividad saboteadora, oculta hasta ese momento”.

Sobre esos “quintacolumnistas” que se han servido “de determinadas dificultades del sistema socialista” (de la URSS, se refiere), “detractores del período soviético” que han estado saboteando económicamente el socialismo. Sólo tiene rubricar una evidente mentira: “en general seguimos sin conocer sus nombres, siguen en la sombra, los instigadores, organizadores y ejecutores de aquel sabotaje económico”.

Cuantas mentiras en tan cortas líneas. Cuando es sabido, para quedarnos cortos en el largor del tiempo, desde 1962 los comunistas fieles al pensamiento de Lenin y Stalin han venido denunciando y desenmascarado las malandanzas antisocialistas, anticomunistas y contrarrevolucionarias de la camarilla de agentes de la burguesía pansoviética incrustada en el seno del Comité Central del PCUS: Desde Nikita Kruschev, Mikoyan, Gromiko, Andropov, Shernienkov hasta Brezhnev y Gorbatchov.

La periodista, ya deslizada sin obstáculo alguno por la pendiente de su misión encubridora, no hace saber además que antes del golpe de Estado de 1991 en la URSS postStalin siguió existiendo algo que llama “período soviético”, un “sistema socialista” subsistente por obra de que milagro y que era objeto de la detractación de esa llamada “quintacolumna” y saboteadores económicos. Y que, además, “siguen en la sombra, los instigadores, organizadores y ejecutores”. Esto es, los que han operado la “propaganda antisoviética”. ¿Quiénes? ¿Los imperialistas occidentales? ¿La burguesía monopolista de Estado soviética? O quizás ¿los maoístas que han denunciado lo que estaba sucediendo en la URSS dominada por la camarilla dirigente revisionista.

Es obvio que no me refiero a estos últimos, nos dirá en su descargo la periodista. Pero, ese saco es grande. Y como hace ningún intento de precisar eso, la duda queda aceptable. Puesto que los revisionistas “soviéticos” por largo tiempo han emborronado cuartillas tras cuartillas, escrito libros y tratados acusando a los comunistas chinos, albaneses y a los auténticos marxistas-leninistas precisamente de “antisoviéticos”, “divisionistas”, “enemigos del socialismo” y de otras muchas lindezas por el estilo. Si ella, ante sus lectores, no aclara eso se desenmascarará a sí misma como una continuadora de la labor saboteadora antisoviética y contrarrevolucionaria de esos revisionistas.

En verdad que la mentira tiene las patas cortas. Que el mentiroso (a) se descubrirá a sí mismo. Si no remitamosno a los hechos.

Nadie, que no será un ciego voluntario o un olvidadizo interesado, puede aceptar eso de que la Patria Soviética de Lenin y Stalin ha sido destruida hace 20 años y no hace realmente 55 años. Sostener eso es ir contra la historia reciente, lo que ha sido demostrado fehacientemente por muchísimos autores comunistas y marxistas leninistas de muy diversos países e inclusive rusos. Los que han apuntado que el origen de la restauración del capitalismo en la URSS y demás primeros países socialistas se encuentra en el tristemente célebre XX Congreso del PCUS en febrero de 1956 y el golpe de Estado antisocialista dado por la camarilla Kruschevista de 1957. Que de seguido de dicho congreso, dominando por los revisionistas, han venido aquellos del XXI y XXII Congresos en que abiertamente se ha abandonado la línea general de construcción socialista y se han sentado las bases teóricas y políticas de aquella de restauración capitalista. Así como el apadrinamiento e impulse de las “reformas económicas” de Lieberman y cía., que han sido una verdadera reforma del sistema económico (Abandono de la planificación centralizada, la autonomía de las empresas, la puesta al mando de las ganancias (según los mismos revisionistas soviéticos, “ganancia socialista”), los estímulos materiales, etc.).

Sí, cambio radical en la Dirección Política del Partido y del Estado Soviético (el derrocamiento de la dictadura del proletariado y su suplantación por la dictadura fascista de la burguesía burocrática monopolista pansoviética) y ruptura del sistema económico socialista soviético en beneficio del sistema económico capitalista monopolista de Estado, por mucho tiempo mantenido a cubierto bajo el término “soviético”.

Como queda claro, máxime con su presente desemboque imperialista franco, si bien es cierto que allí ha existido por largo tiempo un mercado negro y una burguesía “roja” subterránea, como la acción saboteadora del imperialismo internacional, ello no ha sido el motivo central de la restauración capitalista. Si no, todo lo contrario, ha sido la acción antirrevolucionaria de los revisionistas modernos –los verdaderos “quintacolumnistas”, instigadores, organizadores y ejecutores- que ha propiciado todo eso. Ellos, precisamente, son los que han propiciado la subversión ideológica del marxismo-leninismo.

Claro resulta de allí que los revisionistas necesitaron para realizar eso, primero que todo subvertir los fundamentos ideológicos de la dirección de la clase obrera en todos los planos de la sociedad soviética y del Estado. Poner en entredicho las raíces históricas y la experiencia misma de la revolución y construcción proletaria socialista de la URSS, romper la imagen misma de la unidad de su fallecido conductor José Stalin y el pueblo trabajador soviético y cubrir con malignas luces a todo un grandioso período histórico de la URSS.

Eso lo vio claramente, en su momento, el camarada Mao y actúo en consecuencia. Así, sólo unos meses después del traidor XX Congreso del PCUS, él ante Sesión Plenaria del Comité Central del Partido Comunista de China, en noviembre de 1956, denunciaba en su famoso discurso de la Dos Espadas: “Querría decir algunas cosas sobre el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. Según yo allí están dos espadas: una es Lenin, la otra es Stalin. Ahora los rusos ha tirado fuera aquella espada que es Stalin. La ha recogido Gomulka y algunos húngaros para golpear a la Unión Soviética, para combatir el llamado stalinismo. Los partidos comunistas de diversos países europeos crítica también ellos a la Unión Soviética. Su líder es Togliatti. También el imperialismo ha recogido esta espada para lanzase al ataque, Dulles la ha tomado y se ha servido para alguna maniobra. Esta espada no ha sido dada en préstamo, bien si tirada fuera. Nosotros en China no la hemos tirado afuera. Nosotros en primer lugar hemos defendido a Stalin y en segundo lugar hemos criticado sus errores, hemos escrito el artículo Sobre la Experiencia Histórica de la Dictadura del Proletariado. No hemos hecho como algunos que han desacreditado y destruido a Stalin, hemos actuado en base a la situación real.

¿Se puede decir que algunos dirigentes soviéticos han en alguna medida tirado fuera también aquella espada que es Lenin? Según yo lo han hecho en medida notable. ¿La revolución de Octubre es aún valida? ¿Puede constituir o no un modelo para todos los países? En el informe de Kruschev en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética se dice que se puede conquistar el poder siguiendo la vía parlamentaria, o sea que los diferentes países pueden dar de menos el tomar ejemplo de la revolución de Octubre. Una vez abierta esta brecha, sustancialmente se ha tirado fuera el leninismo”.

Lea Usted, mi querida periodista, ésta cita una vez más, medite sobre la misma y así se le hará claro todo el fondo del asunto. En ella, el camarada Mao pone en evidencia las raíces históricas, políticas e ideológicas de las desventuras, despojo y derrotas sufridas por la clase obrera soviética, de paso del proletariado comunista internacional, con dicho evento congresual del PCUS.

Él remarca que dicho XX Congreso del PCUS pone en evidencia que al tirar a la calle las espadas de Lenin y Stalin, era el entero Marxismo-Leninismo al que renunciaban. Con ello desarmaban política e ideológicamente al proletariado soviético y descomponían la entera unidad del Movimiento Comunista Internacional.

Puesto que así haciendo, en la práctica, no sólo le han quitado su arma más potente para la conquista y el mantenimiento del poder político, sino que han dado vía libre a la ideología, a la cultura y al modo de pensar burgués y sentado las bases de la restauración capitalista allí, en la URSS, y en todo el resto del sistema de los primeros países socialista.

Finalmente, al romper dichas dos espadas rojas que eran Lenin y Stalin, así como al intentar mellar y hacer inocua aquella que era Mao Tse-tung, con sus mentiras y distorsiones, rompían la concatenación indisoluble existente entre estas y esas otras que son Marx y Engels. Con ello un grado servicio hacían a la burguesía, a la vez que cerraban definitivamente la puerta al socialismo al pueblo soviético.

Eso, pues, de “aprovechamiento de las dificultades del sistema socialista”, mercado negro y del “irrespeto al modo de vida socialista” en la URSS son hechos secundarios. ¿Acaso el Poder Soviético, en su primer período de existencia –de 1917 a 1956- no persiguió y castigo enérgicamente a cuanto especulador, espía de las potencias capitalistas enemigas o traficante que fuese capturado? Que no fue poco lo dicen los lloriqueos, quejas y el odio de clase de la burguesía rusa e internacional contra la dictadura del proletariado soviético. Nuestra periodista, que como la mona de Lafontaine no confunde el Pireo con un hombre, debe reconocer públicamente el hecho de que la restauración del capitalismo en la exUnión Soviética ha ocurrido en el XX Congreso del PCUS y que la burguesía desde antes del mismo anidada en el seno del Comité Central y en las Organizaciones sociales y estatales con el mismo ha ido usurpando más y nuevas áreas de poder hasta llegar a tomarlo totalmente con ese renegado anticomunista de Mijaíl Gorbatchov.

Encubra Usted, señora recicladora del revisionismo moderno, todo lo que le venga en gana, pero no mienta.