(Los pueblos tienen el derecho a equivocarse, máxime si sus dirigentes, ante la presión del imperialismo y de la reacción fascista interna, perdiendo su brújula marxista-leninista ceden ante los nuevos giros de la lucha de clases dentro del socialismo. En esos momentos de titubeos y agotamiento momentáneo de la energía revolucionaria que los ha guiado hasta entonces, cayendo en la tentación de mirar por la ventana la casa del vecino ("hacen fiestas todos los días", "el dinero está tirado en las calles o tienen cuentas bancarias", "se paga con creditcard" y "hasta sus perros comen bisteck") pero sólo ven lo exterior, lo aparente. No la división de clase. la concentración del capital dinero en unas pocas manos ni la feroz lucha de clases que se escenifica en el fondo de ella. La duda enseñorea en sus espíritu, ofreciendo una oportunidad de oro a las fuerzas fascistas, también incrustadas en los mandos del Partido "comunista" gobernante, para intentar una vez más derribar el Poder Popular Socialista y restaurar el capitalismo. ¡Cuanto daño ha causado, ese momento de pusilanimidad de las masas y del núcleo dirigente! Por lo que se ve, los trabajadores rumanos - como los de aquellos de los primeros países socialistas- reinician su marcha emancipatoria, aunque lentamente, dónde había quedado hace 38 años atrás. ¡Viva la revolución proletaria socialista rumana!
Colectivo de Luminoso Futuro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario