No obstante las medidas fascistas adoptadas por el gobierno para impedir la revuelta del pueblo chino

OLA DE HUELGAS Y REBELIONES SACUDEN A LA CHINA CAPITALISTA

En Shenzhen, en Dongguan, en Foshan, en las principales ciudades dónde tiene sede la industria manufacturera china millares de trabajadores, la mayor parte ocupados en fábricas taiwanesas o de Hong Kong, han salido a huelguear en las últimas semanas bloqueando el trabajo y enfrentándose con la policía mandada a reprimir las manifestaciones. Dando vida a una ola de huelgas y rebeliones de clase que sacuden a la China capitalista.

Afines de octubre ha estallado la rebelión en Zhili, un suburbio de la región de Shanghai, corazón del distrito industrial que produce ropa para niños, donde los obreros, artesanos y propietarios-operadores se han rebelado contra le redoblamiento de las tasas de las máquinas de cocer. Por una semana la ciudad ha sido teatro de violentos encuentros que sólo ha cesado cuando el gobierno local ha suspendido el aumento de la tasa.

En la aldea de Wukan, en el Guangdong, centenares de personas han bloqueado las calles y asaltado la caserma policial para protestar contra la cesión a un privado una granja de cerdos de propiedad colectiva. La revuelta ha durado bien dos meses, hasta tanto la porqueriza ha regresado a propiedad colectiva.

El 19 de noviembre más de 7,000 trabajadores de una fábrica de calzados del sur de China que abastece a las multinacionales Adidas, Nike y New Balance han huelgueado y han escenificado manifestaciones en torno a la fábrica para protestar contra la deslocalización de la producción hacia otras áreas de China donde los salarios son más

bajos.

El 24 de noviembre un millar de trabajadores de la sociedad Electronic Jingmo, una empresa que pertenece al grupo Jingyuan computer de Taiwan y trabaja en subcontrato para Apple e IBM, han huelgueado para protestar contra las extraordinarias forzadas, los incidentes en el trabajo y los licenciamientos. La dirección había decidido imponer la prosecución del horario de trabajo de las 18 a la medianoche y en algunos departamentos hasta las 2 de la mañana. Los obreros hubieran tenido que trabajar hasta 120 horas extraordinarias al mes. Los trabajadores denunciaron el alto número de accidentes de trabajo y los despidos en masas de ancianos que fatigaban por seguir los ritmos.

La ola de protestas sociales que sacuden al provincia meridional de Guangdong, donde se encuentran las principales empresas chinas no por azar, huelgas y protestas se han registrado en diversas partes del país tanto que, según datos oficiales de la Academia de Ciencias, en 2011 se han dado más de 100 motines regionales, reprimidas con fuerza por la policía, con una promedio de cerca de 300 choques al día y una participación de 10 millones de manifestantes.

El pasado 29 de octubre el Parlamento chino había aprobado dos nuevas leyes para reforzar la represión de las protestas obreras y las revueltas populares y de las minorías étnicas en nombre de la “lucha contra el terrorismo”. Tales normas hacen obligatorias las huellas digitales en la cédula de identidad y definen actos de terrorismo aquellos destinados a crear un clima de temor o a ejercer presiones sobre las instituciones con violencia, el sabotaje y la amenaza.

Definiciones que se adaptan a la legalización de la represión sea de las rebeliones de las minorías étnicas, de los uigures a los tibetanos, sea a los ataques a las sedes de las instituciones locales por parte de las masas en revuelta. Medidas fascistas adoptadas por el gobierno para impedir la rebelión del pueblo chino, que explota a lo extenso.

7 de diciembre de 2011

Publicado por Il Bolcevico