por Quibian Gaytan
PRESENTACIÓN
Entre todos los cinco Grandes Maestros del proletariado internacional ninguno como él, José Stalin, ha sido más atacado, calumniado, enlodado, calumniado, ensuciado, falsificado y difamado. En fin, galardonado con el más desenfrenado odio (de clase, se entiende). Unos le atacan (“déspota peor que Iván el terrible”, “tirano”, “paranoico, sediento de sangre”, “dictador, asesino igual que Hitler” , “nacionalista estrecho”, “la más grande mediocridad de nuestro partido”, etc.). Otros lo defienden (y esto con el riesgo de verse vistos como “bichos raros”). Incluso entre estos últimos, la mayoría, si se atreven a romper una espada en su nombre, prefieren poner no mucha pasión en su defensa.
Pero, en esto sobre la evaluación de Stalin no se puede evitar el tener que tomar partido: con Stalin o contra Stalin. O lo que es lo mismo, con las ideas que representó, sus aportaciones teóricas
y prácticas de aplicación del Pensamiento-guía de Marx, Engels y Lenin, y su obra cumbre la edificación del Estado socialista soviético de dictadura del proletariado, o el rechazo total a lo que representó; con el comunismo o contra el comunismo.
¿Por qué resulta así? Porque, por bien 59 años el camarada José Stalin ha sido un revolucionario
proletario, fiel a la causa de la clase obrera rusa y mundial, enemigo intransigente del capitalismo
y del imperialismo. Dedicado su vida entera al MovimienEl camarada Stalin ha tenido la honrosa distinción, como lo remarca el marxista-leninista belga Ludo Martens, en su documentada obra Otra visión sobre Stalin, de ser entre todos los cuadros dirigentes del Partido Comunista de la Unión Soviética de haber sido “entre 1921-1923… la segunda personalidad del Partido, después de Lenin”.
Eso derrumba la falsificación histórica, de matriz trotskista, que ha pretendido imponerle como estigma denigrador de haber sido un “oscuro y desconocido” entre las filas de la militancia bolchevique en aquellos primeros años de la Revolución Socialista de 1917. Ya en esto remachemos el clavo. En víspera de la gloriosa jornada del Octubre ruso, como consta en las actas de la reuniones del Comité Central del POSDR (bolchevique), en específico aquella correspondiente al 16 (29) de octubre de 1917 y en la cual se decide la formación del “Centro Militar Revolucionario”, como organizador práctico de la insurrección, y del cual es escogido el camarada Stalin como uno de los principales dirigentes del mismo. (Consultar y verificar en Los Bolcheviques y la Revolución de Octubre. Actas del Comité Central del POSDR (b). Agosto de 1917 a Febrero de 1918. Cuadernos de Pasado y Presente, 28). A lo que cabría agregar, como es sabido o por lo menos deberían todos saberlo ya, el camarada Stalin desde su regreso de la cárcel de Siberia ocupaba el cargo de Director del Órgano Central del POSDR (b). ¡Vaya paradoja: el principal responsable de Pravda (La Verdad) era un “desconocido” para los militantes del Partido!
Pero prosigamos desmontando la patraña. Otorguemos, para eso, la palabra al camarada Ludo: “Stalin fue el único dirigente que formaba parte al mismo tiempo del Comité Central, del Buró Político, del Buró de Organización y del Secretariado del Partido bolchevique”. Instancia, ésta última, en la que desempeñaba el cargo de Secretario General. Cargos le que ha asignados y refrendados por sendos Congresos Ordinarios del partido. Sin olvidar por algún momento que, luego de la toma del poder y la conformación del gobierno revolucionario obrero-campesino, el camarada Stalin fue nombrado Comisario para los Asuntos de las Nacionalidades y máximo Responsable de la Inspección Obrero-Campesina (una Comisión extrapartidaria de las masas trabajadoras para el control y funcionamiento del E
Ojo, pues, como se ha de criticar a Stalin: el pantano está cerca. ¿No acaso, desde ese nefasto XX Congreso del PCUS de 1956, los revisionistas kruschevistas no comenzaron criticando al camarada Stalin, “crítica al Culto de la personalidad” decían y de “renovar el leninismo”, y una vez en esa pendiente no resbalaron hasta el renegamiento de Lenin y al propiciamiento de la restauración del capitalismo en la URSS y en todo el Campo Socialista? La verdad sea dicha, ahora y evitar equívocos ulteriores, el antistalinismo fue y es una mascara más del anticomunismo.
Y no puede ser de otra manera. Si Usted se considera revolucionario proletario, revolucionario de pensamiento dialéctico e histórico, y no un fascista o un liberal, quizás alguien de alguna manera adscrito al marxismo-leninismo, podrá discrepar de Stalin y de sus métodos de edificación del socialismo en la URSS, no estar en todo de acuerdo con él y reconocer que en su actuación ha habido errores, en eso se trataría de cuestiones de apreciación o de falta de información. Pero, lo que no le permiten los hechos históricos, reales y no los inventados, es rechazar en bloque a Stalin o considerarle un enemigo. Los marxistas leninistas y los revolucionarios honestos, en general, sólo reconocemos enemigos de clase.
Stalin con todos sus errores, si lo pueden demostrar, nunca se apartó del terreno común del comunismo revolucionario, en su odio irreconciliable al imperialismo, al capitalismo y al fascismo; de su identificación integral con el Marxismo, con el Marxismo-Leninismo y con la causa de la emancipación social socialista del proletariado. Él no ha sido, ni es, un enemigo de clase. Su nombre está escrito con letras de oro en las páginas del libro de la historia del Movimiento Obrero y del Movimiento Comunista. Más aún, él con su práctica revolucionaria, su obra teórica y su praxis creadora en la edificación de la sociedad socialista soviética, la sentar sobre base científicas la línea general de la construcción de la sociedad comunista mundial, ha devenido uno de los pocos constructores de historia de la humanidad aún oprimida.
Yosif Vissarionovich Djugashvili (conocido también p
or Soso, Koba y Stalin) nació en la aldea de Gori, en Georgia, el 21 de diciembre de 1879. Su padre Vissarion Djugashvili y su madre Ekaterina Geladze, zapatero el primero y ella campesina, mujer muy religiosa y protectora de sus hijos (en efecto, Yosif ha tenido tres hermanos los que han muerto a tierna edad).
Contra la voluntad del padre, que ha querido entrenarlo en la profesión, la madre a reinscrito al joven “Soso” (diminutivo de Yosif) en la escuela parroquial de Gori. De esos primeros años, así lo recuerda un ex-condiscípulo, “… estaba siempre preparado para las lecciones, pronto a ser interrogado y hacia siempre todas sus tareas… Era considerado no sólo el primero de la clase, si no de toda la escuela. Esbelto, dinámico y vivaz…”
En junio de 1894 Soso supera brillantemente los exámenes. Fue el mejor de todos los examinados, con el Diploma le fue asignado un Certificado al Mérito. Ese mismo año fue admitido en el Seminario Teológico de Tiflis y con una beca de estudio parcial.
Aquí, hagamos un aparte. Invito al lector a quedemos una rápida mirada a la Rusia y a Georgia de la época, a la condiciones económicas y políticas existentes en ese momento las cuales moldearán y forjarán el carácter y el compromiso político de Soso.
En 1801 las fuerzas militares del imperio autocrático ruso, inician la ocupación de Georgia. El país es parte de la Transcaucásica, región que se extiende del Mar Negro al Mar Caspio al sur de las montañas del Cáucaso. El país, unión de Europa y Asia, fue ambicionada presa a lo largo de su milenaria historia de la acción expansionista y predatoria griega, hebraica, romana, de los hunos, mongoles, turcos y persas. Nada de extrañar, a su turno, la ambición anexionista de los zares rusos. A efecto de la irrupción rusa la familia real georgiana es destituida y Virreyes rusos administrarán el país des su capital Tiflis. Se inicia la rusificación del país. En 1811, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa georgiana es depuesto y en su lugar se impone al Metropolita de la Iglesia Ortodoxa rusa. Para 1829 Georgia es convertida en una provincia más de Rusia, pierde su soberanía nacional e independencia estatal nacional. Sí las clases feudales y los monárquicos se entregan al ocupante, buscando acomodarse a la nueva situación del país, el pueblo llano georgiano, bajo la guía del Imán Samil, inicia la resistencia armada la que a de durar tres décadas. Derrotados finalmente, el pueblo georgiano no perderá jamás su aspiración ni abandonará su lucha en defensa de su identidad nacional.
Otras condiciones económicas e históricas y otras fuerzas sociales entran a la palestra: el proletariado levanta la bandera roja de la unidad de clase por encima de la nacionalidad.
Con el momentáneo debilitamiento del gobierno zarista a causa de la Guerra de Crimea, al iniciarse el decenio de 1860-1870 un viraje radical tiene lugar en Rusia, el paso del feudalismo al capitalismo. La abolición del régimen de la servidumbre, en 1861, signó dos acontecimientos objetivamente revolucionarios: (1) La afirmación del desarrollo capitalista, por la vía burocrática, y el viraje en la composición de clase de la sociedad rusa, en el campo y las ciudades. Este tipo de “liberación” de los campesinos hizo reinar el hambre y la miseria en las áreas rurales, y el engrosamiento de una población proletarizada en las ciudades. Ello favoreció la aparición del capitalismo industrial y llevó al surgimiento de una nueva clase trabajadora, la clase obra o proletaria. (2) El critico pasaje de una Monarquía feudal a una monarquía burguesa semifeudal.
Esos cambios dieron base objetiva a la oposición política y social a la Autocracia zarista. Destacándose en primer lugar, en esos momentos, el Movimiento populista (Narodniki y a su ala extrema Tierra y Libertad). Asimismo, arriban a la tierra del Imperio ruso las ideas socialistas de Marx y Engels, los efectos de la acción de la Primera Internacional (o Asociación Internacional de los Trabajadores) y los ecos de la “Comuna de París” (1871).
En 1893 Jorge Valentinovich Plejanov funda la primera organización socialdemocrática marxista rusa y desarrollo una activa y profusa labor de divulgación del Marxismo. Al poco tiempo, se le suma Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) y juntos fundan la Unión de Lucha por la Emancipación de la clase obrera y el periódico Iskra (“La Chispa”). El 3 de marzo de 1898 se crea el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia.
Cerrado este aparte necesario, retornemos al joven Soso allí donde le dejamos.
El 2 de septiembre de 1894 es alumno del Seminario ruso de Teología Ortodoxa de Tiflis. Situado en un tétrico edificio de tres plantas, regentado por los Jesuitas, los que imponían una fuerte regimentación, basada en el autoritarismo, la vigilancia parapolicial y en la represión física e intelectual.
En el mismo, un año antes del ingreso de Soso, ha estallado una fuerte contestación estudiantil frente al régimen imperante en dicho Colegio, la que ha sido duramente reprimida. Es cerrada por un mes y 80 estudiantes son expulsados (entre ellos fungiendo como uno de sus líderes Lado Ketskoveli, tres años mayor que Soso y amigo de infancia). Ella es pues, además de centro de revueltas estudiantiles, forja de militantes revolucionarios para los movimientos nacionalistas y marxistas.
El joven Djugashvili en ese entonces es un estudiante maduro, culturalmente bien preparado y con amplios deseos de conocimientos. Guiado por su amor a la Patria chica, estudia con pasión la historia y la cultura nacional de Georgia, a sus novelistas y libros de poesía, incluso llega a escribir algunas poesías, publicadas en la Revista “Iberia”.
Lee, en manifestación de su amplitud de pensamiento, a los grandes autores rusos (Pushkin, Gogol, Shejov, Lermontov, etc.). No leía los textos religiosos que le eran impuesto por la jerarquía escolar sino aquellos libros prohibidos: las obras de Galileo, Copérnico, Darwin, Víctor Hugo, Feuerbach, y, posteriormente, las de Marx, Engels, Plejanov, Lenin. Él mismo recontará más tarde, “Tenía quince años cuando me puse en relación con los grupos clandestinos marxistas rusos de la transcaucasia. Tales grupos ejercieron en mí una fuerte influencia y me infundieron el amor por la literatura revolucionaria”.
A fines de 1894 Soso participó en la constitución de un círculo clandestino del Instituto de orientación marxista y en la formación de grupos de estudio entre los estudiantes. Para 1897 es responsable de un círculo marxista a lo interno del Seminario. La propaganda del marxismo no podía no costarle la expulsión del Seminario, pero con todo había encontrado su senda. Esa senda que no abandonará jamás, ni siquiera ante las terribles y difíciles pruebas que se le pondrán por delante. Inmediatamente se acerca a la Organización marxista “Messame Dessi” (Tercer Grupo, en su traducción literal) que desarrollaba su actividad entre los trabajadores ferroviarios, de las tabacaleras y los excavadores. En esta Organización entra en lucha contra el oportunismo de su dirigente Zhordania, futuro menchevique, por el desarrollo del grupo socialdemócrata central de Tiflis y la defensa del espíritu revolucionario proletario del marxismo, iniciando una nueva vida de propagandista entre los círculos obreros de Tiflis y de organizador de reuniones, difusiones y huelgas. Este contacto con los obreros terminarán por forjar definitivamente el carácter y la personalidad de Soso, convirtiéndole en el revolucionario profesional KOBA, y de ahí en José Stalin.
EL TEMPLE PROLETARIO DEL ACERO
Luego de su expulsión del Seminario el joven Soso encuentra empleo y alojamiento en el Observatorio astrofísico de Tiflis como observador calculador, el 28 de diciembre de 1899. Pero siempre teniendo al centro de su vida el trabajo político, la lucha contra el zarismo y la difusión del marxismo, centrando en la labor de construcción de la organiza
ción política marxista.
Entretanto en el seno del “Messame Dessi”, la organización marxista en Tiflis, prosigue la lucha entre las dos líneas, aquella oportunista dirigida por Zhordania y Dzhililadze y aquella marxista revolucionaria dirigida por Ketskoveli, Tsulukidse y el joven Soso. Los puntos de divergencia: la necesidad de una prensa revolucionaria clandestina, la de combinar la labor de propaganda con la agitación política de masas y la organización de manifestaciones contra la autocracia zarista. En ella la minoría revolucionaria, dirigida por estos últimos, recibe el apoyo consciente de los obreros de vanguardia.
Así el 1º de mayo, de 1899, fue conmemorado por primera vez en el Cáucaso. Centenares de obreros desfilan con banderas rojas y efigies de Marx y de Engels, y llevan a efecto un mitin. En la que interviene Soso invitando repetir el acto el venidero año. “Nuestra bandera roja –dice Soso- debe llamear en el centro de Tiflis para que la tiranía sienta nuestra fuerza”.
Soso para el verano de 1900, luego de establecer contacto con el leninista Kurnatovki recién llegado a Tiflis, se empeña a fondo en el trabajo de enraizamiento político en la clase obrera y el
Esta práctica política revolucionaria y este ligamen estrecho con la vida y el trabajo de los obreros son una escuela de vida para Soso, templará su carácter y personalidad y forjarán sus extraordinarias dotes y capacidades.
¡Ah! El carácter de Soso. Sobre el tema que de ríos de tinta han derramado y derramarán historiadores burgueses y revisionistas, siguiendo las maledicencias de Trotsky. Quién en efecto, entre otras muchas distorsiones al respecto, para denigrar su figura y su obra, ha dicho “la capacidad de visión política de Stalin es extremadamente limitada, su nivel teórico es totalmente primitivo. Por su formación espiritual es un empírico obstinado y falto de imaginación creativa”. Y como si ya no fuera poco este pintarrajo, los revisionistas modernos y sus sucesores, los neorevisionistas, sumarán sus propias malévolas pinceladas adjetivales “déspota”, “idiota”, “sospechoso”, “paranóico”, “vengativo”… todo con el objetivo de oscurecer su figura, su carisma y profundo entrelazamiento de afecto y estima que le han unido a las masas obreras y masas populares.
Pese a esa campaña calumniosa, con la que le ha premiado la burguesía, los fascistas, trotskistas y renegados del comunismo, su figura sale límpida y vertical: fuerte personalidad y humildad, seriedad y asiduidad cuidadosa en su trabajo (teórico que práctico), meticulosidad en la individualización y profundidad al tratar cualquier problemática, tenacidad para alcanzar objetivos, capacidad de reserva, franqueza en el trato con los otros, llaneza en las relaciones, ironía y gusto en la refutación. Todo esto puede confirmarlo quién lea desprejuiciadamente, y si no sufre de pereza mental, los 18 tomos de sus Obras Completas. Militante práctico, sí; pero, también, filósofo materialista dialéctico e histórico, economista, lingüista, periodista y ensayista, estratega militar y profundo conocedor del alma, pensamiento y sentir del proletariado y de las masas trabajadoras. No por gusto Lenin, reconociendo sus grandes dotes, le ha calificado de "maravilloso georgiano"
En diciembre de 1900 sale el primer número de Iskra, periódico ideado y publicado por Lenin, instrumento de construcción del Partido. Soso inmediatamente adhiere a las posiciones teóricas, políticas y organizativas expresadas por Iskra, reconociendo en Lenin al dirigente marxista capaz de llevar a la victoria la revolución socialista en Rusia. Nace aquí el ligamen estrecho e indisoluble entre Lenin y Stalin que se consolidará con el conocimiento personal mutuo, se concretará en el trabajo común y, después de la muerte del Gran Dirigente y Maestro revolucionario, en la defensa, aplicación y desarrollo de la teoría leninista por parte de Stalin. La fidelidad revolucionaria del discípulo al Maestro posibilitará el paso del Marxismo a una segunda y superior etapa de su desarrollo histórico y científico, al Marxismo-Leninismo.
Por su trabajo político Soso pronto queda en el ojo de la Ojrana, la temible policía política zarista.
EL BOLCHEVIQUE DE ACERO
El 21 de marzo de 1901 la Ojrana, la policía política zarista, allana el Observatorio de Tiflis y registra el apartamento de Soso. Este consigue escapar del arresto, desde ese momento pasa a la clandestinidad, dedicando todas sus energías al trabajo político ilegal, a organizar sindicatos y reuniones secretas y asambleas públicas, manifestaciones políticas y huelgas obreras.
El 1 de mayo de 1901 los obreros de Tiflis salen en manifestación conmemorativa, encabezados por Soso y un obrero portador de una gran bandera roja. “¡Viva el 1º de Mayo!”, “¡Abajo la autocracia!”, “¡”Viva la libertad!”, son las consignas voceadas por los trabajadores. De pronto la policía carga contra los manifestantes, los obreros se defiend
en con piedras y palos. Muchos obreros son heridos y 50 los arrestados. Es la prueba de fuerza de la clase obrera solicitada por Soso, un año antes. Sobre el significado de la confrontación Lenin escribe: “… los sucesos que han tenido lugar en Tiflis es de una importancia histórica para todo el Cáucaso. Este día señala el inicio de un abierto movimiento revolucionario en la región”.
Siempre seguido por la Ojrana, Soso, llevando consigo una pequeña tipografía, ha de cambiar constantemente de estancias. Pese a ello, junto a Ketskoveli en septiembre de 1901 editan el periódico “Brdzola” (La Lucha). Es la realización de un proyecto largamente acariciado por Soso. Convencido de la necesidad de un órgano socialdemocrático georgiano ilegal. En el Nº 2, noviembre, Soso publica un importante artículo, “El partido socialdemocrático de Rusia y sus tareas inmediatas” en el cual resalta tres puntos nodales: crear la unión entre el movimiento obrero espontáneo y el socialismo científico, asegurar el papel hegemónico de la clase obrera en el movimiento democrático y trabajar asiduamente por la organización del partido del proletariado.
Por iniciativa de Soso, el 11 de noviembre, los círculos obreros reunidos en Conferencia eligen el Comité de Tiflis del POSDR y entre sus miembros eligen a Soso. A fines del mes el Comité decide enviarlo a Batum para desarrollar y enraizar la organización del Partido.
Por el empeño puesto en su trabajo organizativo y político Koba (es su nuevo pseudónimo) pronto surgen círculos obreros del POSDR; a fines de diciembre de 1901, luego de un debate y una lucha política contra las posiciones oportunistas de Cheídze y Ramisvili, se realiza la Conferencia fundadora del Comité de Batum, expresando la posición leninista, Koba es elegido en su dirección.
En enero de 1902 Koba desarrolla un intenso trabajo político, propagandístico y organizativo, crea una tipografía clandestina; en febrero organiza una huelga en la fábrica Rotschild. En la noche del 7 de marzo, por orden del Gobernador Militar, la policía arresta a 32 obreros. Al día siguiente Koba organiza una manifestación exigiendo la libertad de los arrestados. La policía reprime a los manifestantes y arresta centenares. El 9 seis mil obreros participan en una nueva manifestación, esta vez las tropas disparan contra ella: 15 personas asesinadas, 54 heridos y 500 arrestados.
Después de los sucesos de marzo, la policía desespera por arrestar a Koba. Por fin, en la tarde del 8 de abril de 1902, Koba es arrestado y condenado a un año y medio.
Aunque detenido, en marzo de 1903 el I Congreso de las Organizaciones Socialdemocráticas caucásicas funda la Unión del Cáucaso del POSDR, le elige como miembro del mismo.
En la cárcel recibe información de la realización del IIº Congreso del POSDR, realizado en Bruselas y Londres el 30 de julio de 1903, del triunfo de la línea “iskrista” encabezada por Lenin, de las divergencias y división del Partido en dos líneas (bolcheviques y mencheviques), de la lucha abierta entre los leninistas y los oportunistas (Plejanov, Mártov, Axelrod; sostenidos por Trotsky) por la dirección del Partido. Koba apoya con convencimiento y decisión a Lenin y los bolcheviques.
Consciente del peligro de disgregación del Partido por la labor escisionista de los mencheviques, Koba el 5 de enero de 1904 escapa de la prisión. Regresa a Tiflis y se encarga de la dirección del Partido en la región. Dónde realiza un intenso trabajo político y organizativo (lucha ideológica contra le menchevismo, reorganización de los comités del Partido, creación de nuevas células y comités de combate insurreccionales, publicación de artículos, manifiestos, documentos, ensayos y opúsculos). Su trabajo se concentra en las ciudades de Tiflis, Batum y Bakú, capital de Azerbaiyán. Con la dirección de Koba los obreros petroleros de Bakú organizan una huelga general histórica, la que termina con la conquista de un Contrato Colectivo. El primero en absoluto en Rusia.
Para 1905 en las páginas de “Proletariatis Brdzola” (La Lucha del Proletariado), órgano del Comité de la Unión del Cáucaso del POSDR, el que dirige, Koba escribe: “La clase de los proletarios y el Partido de los Proletarios”, “La Insurrección Armada y Nuestra Táctica”, “El Gobierno Revolucionario Provisional y la Socialdemocracia”, “Respuesta al Socialdemócrata”, “La Reacción se Refuerza”, “La Burguesía Tiende la Trampa” y otros.
Como en 1905 ha estallado la revolución, la primera revolución democrático burguesa rusa, Koba redobla su intenso trabajo político y organizativo. Artículos como “¡Viva la fraternidad internacional!”, “¡Obreros del Cáucaso ha llegado la hora de la venganza!”.
Como la división del Partido debilitaba de hecho el papel del movimiento obrero en el proceso revolucionario, los bolcheviques proponen de realizar el III Congreso del Partido para definir una táctica única para impulsar la revolución. Los mencheviques se niegan y organizan una Conferencia escisionista. El III Congreso se realiza en Londres en abril de 1905. Koba se empeña firmemente en aplicar las resoluciones y la táctica insurrectiva leninista.
En ello, a finales de noviembre, Koba preside la IVª Conferencia bolchevique de la Unión del Cáucaso del POSDR, en la que se decide intensificar los preparativos de la insurrección armada. En ella es elegido Delegado de la Unión ante la Primera Conferencia Panrusa de los bolcheviques convocada para el 12 de diciembre en Tammersfors, Finlandia. Allí Lenin y Stalin (“acero” u “Hombre de acero”) se encuentran por primera vez. Stalin, en ese entonces contgaba con 26 años de edad, es escogido como miembro de la Comisión Política encargada de redactar las resoluciones de la Conferencia.
La Conferencia fue cerrada porque en esos momentos comienza la insurrección en Moscú. De allí se extendió a otras ciudades y todas las regiones del imperio. La misma representó el punto más alto de la insurrección. Al final, fue la autocracia zarista la que salió vencedora: la revolución de 1905 había sido derrotada.
Entre los años de 1905 y 1908 el Cáucaso es escenario de una intensa actividad revolucionaria. Según datos policiales allí se han dado 1,150 “actos terroristas”. En ellos Stalin juega un gran papel. Pese a su trabajo clandestino y de acciones directas, Stalin no olvida combinarlo con la lucha legal. Junto a Ordzonikidze y Voroshilov secretario del Sindicato de petroleros de Bakú organiza una exitosa huelga general de 50,000 obreros. Entre 1906 y 1907 dirige también varios diarios legales bolcheviques en Georgia: “Akhali Tskorreba” (La Vida Nueva), “Akhali Droieba” (Tiempos Nuevos), “Tsvebi Tskhorreba” (Nuestra Vida) y “Dro” (El Tiempo).
En 1906 se une a Ekaterina Semenovna Svanidze, de la que nace su hijo Yakov. Ella morirá de tifus a solo 24 años de edad. Al año siguiente, en marzo, los obreros bolcheviques de Tiflis lo escogen como delegado al IVº Congreso del POSDR, el llamado congreso de la unificación del Partido. En marzo de 1908 fue detenido por segunda vez, pero escapa de la prisión en junio de 1909. De regreso, relanza la publicación del órgano central, se pronuncia contra “los órganos que se publican en el extranjero, alejados de la realidad rusa”. Defiende la existencia del partido clandestino y pide la organización de un Buró de Coordinación en el interior de Rusia.
En 1910, es elegido “agente del Comité Central”, asumiendo las tareas de enlace y guía de las organizaciones periféricas del Partido.
En marzo de 1910 es detenido por tercera vez y enviado a Siberia; escapa en febrero de 1912 y retorna a Bakú. Allí se entera que se ha creado el Buró ruso y que es miembro del mismo. El 22 de abril, Stalin publica y dirige el diario legal bolchevique “PRAVDA” (La Verdad). El mismo día es arrestado por 4ta. Vez, desterrado a Siberia por 3 años, escapa de nuevo y retorna a la dirección de Pravda. El que alcanza un tiraje de 80,000 ejemplares.
En 1912, Lenin convoca a Stalin a reunirse con él en Varsovia y le envía a Viena para escribir el folleto El Marxismo y la Cuestión Nacional.
De regreso a Rusia, el provocador Malinovski el hace detener por 5ª vez. Es desterrado a las regiones más inaccesibles de Siberia donde hubo de quedar por cinco años.Retornará sólo después de la revolución de febrero de 1917. En adelante entra en la historia como uno de los pocos Hombres Constructores de Historia.
¡José Stalin, el hombre de acero, estará eternamente en el corazón del proletariado y de todos los oprimidos del mundo!
Excelente publicación de la gran obra del camarada Stalin en sus comienzos revolucionarios. felicitaciones.
ResponderEliminarExcelente publicación de la obra revolucionaria del camarada Stalin en sus comienzos. Felicitaciones.
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