(Nota
de Luminoso Futuro. Al calor de la grave y profunda
crisis económica del mundo capitalista que es extendida, prolongada y se desarrolla
en olas ha ido madurándose la crisis revolucionaria general. Aumentado son, a
niveles increíbles y explosivos, los factores de guerra y los factores de la
revolución social. Tanto así que la burguesía para conjurar y desarticular la
creciente ola de la guerra popular de liberación antiimperialista y por el
socialismo a, una vez más, hecho recurso a su viejo aliado, ya bastante
vapuleado y desprestigiado, el oportunismo socialchovinista y
nacionalcapitulacionista. Ahora apenas maquillándole y presentándole como “izquierda
burguesa”, portadora de ideas de reformas
burocráticas o desde el viejo Estado burgués, pacifistas, legalista,
electoralista y partidaria embelequera del parlamentarismo burgués; apenas teñida de rojo y cuasi marxista-leninista,
pero por cierto sin apellido. Son los viejos-nuevos lugartenientes obreros y
populares del capital monopolista criollo y/o del capital monopolista
imperialista. Lacayos conscientes de la burguesía del propio país o de una u
otra facción de la burguesía imperialista mundial. De ahí es de concluir, con
el maestro Lenin, que no se puede luchar consecuente y eficazmente contra el
imperialismo y su guerra imperialista, sino se lucha intransigente e implacablemente
con ese oportunismo revisionista postmoderno, el socialchovinismo y el
capitulacionismo nacional. Que para luchar por su desenmascaramiento y expulsión
del movimiento revolucionario y del movimiento obrero comunista, se ha centrar
en el poner al desnudo sus raíces económicas y políticas. Eso en su momento lo
hizo el camarada Lenin, nuestro Maestro, y la realización victoriosa de esa
lucha, la Revolución Proletaria Socialista
en la otrora Rusia de los zares, demostró ese era el camino correcto y
que debemos seguir hoy).
EL
MAESTRO LENIN SOBRE LAS RAÍCES ECONÓMICAS Y POLÍTICAS DEL SOCIALCHOVINISMO
“ Por una parte, está la tendencia de la burguesía y de los oportunistas
a convertir el puñado de naciones más ricas, privilegiadas, en
"eternos" parásitos sobre el cuerpo del resto de la humanidad, a
"dormir sobre los laureles" de la explotación de negros, hindúes,
etc., teniéndolos sujetos por medio del militarismo moderno, provisto de una
magnífica técnica de exterminio. Por otra parte, está la tendencia de las masas,
que son más oprimidas que antes, que soportan todas las calamidades de las
guerras imperialistas, tendencia a sacudirse ese yugo, a derribar a la
burguesía. La historia del movimiento obrero se desarrollará ahora,
inevitablemente, en la lucha entre estas dos tendencias, pues la primera
tendencia no es casual, sino que tiene un "fundamento" económico. La
burguesía ha dado ya a luz, ha criado y se ha asegurado "partidos obreros
burgueses" de socialchovinistas en todos los países.
“ Sobre la indicada base
económica, las instituciones políticas del capitalismo moderno -- prensa,
parlamento, sindicatos, congresos, etc. -- han creado privilegios y
dádivas políticos, correspondientes a los económicos, para los
empleados y obreros respetuosos, mansos, reformistas y patrioteros. La
burguesía imperialista atrae y premia a los representantes y partidarios de los
"partidos obreros burgueses" con lucrativos y tranquilos cargos en el
gobierno o en el comité de industrias de guerra, en el parlamento y en diversas
comisiones, en las redacciones de periódicos legales "serios" o en la
dirección de sindicatos obreros no menos serios y "obedientes a la
burguesía".
“ En este mismo sentido
actúa el mecanismo de la democracia política. En nuestros días no se puede
pasar sin elecciones; ni nada se puede hacer sin las masas, pero en la época de
la imprenta y del parlamentarismo no es posible llevar tras de
sí a las masas sin un sistema ampliamente ramificado, metódicamente aplicado,
sólidamente organizado de adulación, de mentiras, de fraudes, de prestidigitación
con palabrejas populares y de moda, de promesas a diestro y siniestro de toda
clase de reformas y beneficios para los obreros, con tal de que renuncien a la
lucha revolucionaria por derribar a la burguesía.
“ El hecho de que en todos los
países capitalistas avanzados se han constituido ya "partidos obreros
burgueses", como fenómeno político, y que sin una lucha enérgica y
despiadada, en toda la línea, contra esos partidos -- o, grupos, corrientes,
etc., todo es lo mismo -- no puede ni hablarse de lucha contra el
imperialismo, ni de marxismo, ni de movimiento obrero socialista.
" La única línea marxista en el movimiento obrero mundial consiste en
explicar a las masas que la escisión con el oportunismo es inevitable e
imprescindible, en educarlas para la revolución en una lucha despiadada contra
él, en aprovechar la experiencia de la guerra para desenmascarar todas las
infamias de la política obrera liberal-nacionalista, y no para encubrirlas”.
(de: El imperialismo y la escisión del socialismo. 1916)
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