El Gran Sol Rojo del Amanecer

miércoles, 19 de febrero de 2014

Ukrania: La manzana de la discordia


Los nazis quieren la libertad
sólo que para asesinar comunistas, demócratas y antifascistas

LA TÉCNICA DE LA SUBVERSIÓN POLÍTICA PARA PROPICIAR UNA AGRESIÓN ARMADA EXTRANJERA

por Quibian Gaytan

Luego de los graves incidentes ocurridos el recién pasado miércoles, el asalto de la policía Ukrania a la Plaza Maidan, donde se han congregado uno 20 mil opositores al régimen de Yanukóvych armados de piedra, armas de fuego y bombas incendiarias, lo que ha ocasionado 25 muertos y centenares de heridos, el país se ha aproximado aún más a la guerra civil. Para adelantarse al ya predecible desenlace de la crisis económica y política en que se ha hundido la hasta ahora independiente República de Ukrania, en cumplimiento de las decisiones de los gobernantes y estrategas del Kremlin, capitalista e imperialista, el Ministro de la Defensa de la Federación rusa Pavel Lebedev ha enviado a la ciudad de Kiev, capital del país, como su primera avanzada de ocupación a la 25a Brigada Aerotransportada.

Decisión grave y peligrosa. Como que la ocupación militar, aunque sea sólo de una parte del país, de un Estado independiente y soberano, además de la ilegitimidad que conlleva, pese el pretexto de conjuración del peligro de un enfrentamiento violento de una mayoritaria minoría nacional rusa y la nación ukraniana, como entre prorusos y proUE en que se ha dividido dicho país, sólo lleva a un agudizamiento al extremo del conflicto interno que se busca conjurar. En realidad, Rusia ganará un conflicto bélico con la nación Ukrania, y, las potencias imperialistas occidentales buscarán no quemarse los dedos, ya que para ello sufraga, manipula y atiza el nacionalismo de la ultraderecha Ukrania. Pero, la lógica de la guerra civil, aunque reaccionaria, como toda guerra en general, se rige por sus propias leyes que dejadas a su libre desenvolvimiento no puede no generar la posibilidad del enfrentamiento armado entre Rusia y la UE. Ésta última empujada, además de por sus propios intereses económicos puestos al horno por la crisis económica en Europa, por el imperialismo estadounidense estratégicamente en búsqueda de debilitar a estos dos grandes rivales suyo.

Los dados están tirados. La UE, sus gobernantes, estrategas y servicios de inteligencia, aupando, financiando y brindando cobertura mediática a las manifestaciones y acciones de masas violentísimas –con miras de torcer el brazo al gobierno Yanukóvych y hacerle así aceptar las brutales exigencias del Consejo paneuropeo- escenificadas en todas las principales ciudades, centralmente de la región occidental del país, bordeantes de una reaccionaria guerra civil propiciatoria de su intromisión armada y con posible apoyo de la ONU imperialista.

Con eso en miras la Unión Europea (UE) se ha comprometido hasta los huesos con una serie de partidos y grupos políticos de derecha y ultraderecha, los que bajo el manto de su supuesto “nacionalismo”, “espíritu pro-europeísta” y su ardiente odio antirruso, apenas  si saben ocultar su verdadera actitud y objetivo revanchista nazista y su objetivo de crearse el Primer Estado Nazi en Europa. Entre ellos la Unión Panucraniana «Patria» (Bakitchina), la Alianza Democrática Ucraniana por la Reforma (UDAR), la Unión Panucraniana Libertad (Svoboda), el Congreso de los Nacionalistas Ucranianos, la  Autodefensa Ucraniana y otros grupúsculos de provocadores neonazis. Discípulos todos del colaboracionista prohitleriano Stefan Bandera, ferozmente antirrusos e hipócritamente pro-UE.

Los cuales, abierta y públicamente, bajo la cobertura de dichas manifestaciones y enfrentamientos violentos con las fuerzas policiales, su tomas “pacíficas” de edificios públicos y su asedio del Parlamento, han estado haciendo suyo y ensayando todas las técnicas del golpe de Estado.

No sólo eso, ni el que no oculten sus intenciones del derrocamiento violento del gobierno burgués-revisionista de Yanukóvych, sino que han estado cabildeando en los principales centros políticos de la Unión Europea para una intervención militar de las fuerzas de la OTAN en Ukrania.

Provocar la desestabilización política estatal, con miras de hacer bordear al país en una sangrienta guerra civil propiciatoria una agresión armada. Por lo que parece, eso es lo que han percibido el Kremlin y sus estrategas políticos y militares. Así, la Cancillería de la Federación rusa ha denunciado que “la ocupación de edificios e instituciones públicas por los «gamberros» y las agresiones contra policías y militares ucranianos son un intento de usurpar el poder”. Allí tenéis servida la versión rusa del tristemente célebre principio imperialista del “derecho de injerencia por razones humanitaria y de preservación de la paz” en naciones y Estados soberanos e independientes. ¡Ah, el aplastamiento de la libertad en nombre de la Libertad!

Dicho y hecho. Así en un comunicado del ministerio de la defensa se lee <los efectivos de esa fuerza acantonada en la ciudad de Dniepropetrovsk, al oriente del país, cumplirán misiones de  protección en sitios estratégicos> y <aumentar la seguridad de almacenes para evitar el robo de armas, municiones y otros equipos militares> (Según la castrista y siempre prorusa Prensa Latina). 

Y no vaya a creer el lector que esta ha sido una “iniciativa unilateral” rusa. No, que va. La información agrega, bajo sordina, que el mismísimo presidente Putin no’más la víspera de una tal decisión ha tenido una conversación telefónica con el presidente ukranio Víctor Yanukóvych. ¿De qué hablaron los dos presidentes? La decisión de la intervención armada rusa en Ukrania, como quién dice tomada esa misma noche, nos lo está diciendo. Aunque lluevan los desmentidos y se le descalifique como un “bulo”.


En fin, es el viejo cuento indio del Niño, el Elefante y el Tigre. Como el tigre asedia con intención de comerse al niño, que es protegido por el elefante, éste último para salvarlo se sienta sobre el niño.

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periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.