El Gran Sol Rojo del Amanecer

martes, 11 de marzo de 2014

Pablo Hasel libertad y sin condiciones


Crónica del juicio a Pablo Hasel

El 10 de marzo, en la Audiencia Nacional se daba cita una vez más la represión, la falta de libertad de expresión, el enjuiciamiento a las justas ideas comunistas, el fascismo, la intolerancia, la excepcionalidad jurídica, pero también la solidaridad, la combatividad y la resistencia, como demostraban por una parte tanto la presencia de los encausados en el caso conocido como "el de las herrikos tabernas" por un lado, y Pablo Hasel por otro, así como solidarixs con ambos procesos.

Una vez supimos que solo dejaban entrar a 6 personas al juicio de Pablo, número ridículo donde los haya, tras pasar los habituales y forzadamente lentos controles de seguridad, entramos en la sala donde se estaba celebrando el mismo.

Nada más hacerlo, ya se podían escuchar las respuestas en tono firme y seguro del rapero, desmontando la batería de intentos criminalizadores que estaba recibiendo por parte de la fiscalía. "No sois nadie para decirme a quién tengo que admirar", "no me podéis decir quién me tiene que dar pena o no, de la misma forma que a vosotros tampoco os daría pena mi muerte", "no tengo porqué contestar a eso ya que en la pregunta va la trampa al ser dicha pregunta descontextualizada", así como interpelaciones directas a la fiscal, cortadas rápidamente por el Magistrado Alfonso Guevara, eran algunas de las enérgicas respuestas que se podían oír de su boca.

Seguidamente Hasel contestó a las preguntas de su defensa, revelando que había muchas más canciones por las que no había sido procesado que canciones que hubieran provocado la situación contraria, esto es, su procesamiento. Añadió por otra parte que trataban varios temas a la vez, por lo que sacar una frase parcial de una de ellas era descontextualizar, y por lo tanto manipular.

Inmediatamente después vino una aburrida tanda de declaraciones de funcionarios tales como el "responsable del atestado", "el de la operación", siendo lo único relevante que al primero el abogado de la defensa le dejó en una situación de la que no supo salir, al plantearle la pregunta de "porqué había canciones del rapero que se tomaban como prueba acusatoria y otras que no".

Después fue el turno de la fiscal para exponer su alegato final, en el que volvió a insistir en lo dicho en el anterior turno de preguntas, diciendo siempre que "se ratificaba en lo dicho por el acusado el día de la detención", a lo que invariablemente añadía: "refrendado igualmente en el proceso tenido lugar hoy".

Uno de los momentos más contundentes y esclarecedores vino a continuación, cuando Juan Manuel Olarieta, abogado de la defensa, en su alegato final pidió la libre absolución al "entender que no hay motivo alguno para la condena, ya que lo único que se tiene son frases descontextualizadas e interpretadas bajo un conveniente criterio que además por sí solas no dicen nada, como es la de "respeto a quien más de un cerdo mató". “¡A qué organización se refiere mi defendido? ¿Y a qué persona, si es que se refiere a alguna? ¿Qué relación hay, y de qué modo la establece entre la frase "brindo por la muerte de dueños de ETTs", y la empresaria muerta en 2006 en Zaragoza? si como ha dicho el ministerio fiscal las canciones constituyen una humillación a las víctimas del terrorismo, porqué no se ha personado ninguna como acusación?. Para que en España la libertad de expresión tenga algún límite (como ha dicho antes el ministerio fiscal) primero tiene que haberla. ¡Porqué es delito que mi defendido dedique un tema al Camarada Arenas si en la época en que lo escribió Manuel Pérez Martínez no estaba condenado por causa alguna en España?".

Eran algunas de las conclusiones que, con la fuerza de un martillo cargado de lógica y sentido común, se dejaban sentir alto y fuerte en esa sala.

El otro momento igualmente intenso se produjo cuando Pablo Hasel, en pie, tomó el derecho a hablar por última vez: "se ha demostrado claramente que la fiscal miente", el juez Guevara (interrumpiendo al rapero en tono enérgico) “¡eso no se lo voy a consentir¡". Pablo: "Vale, pues ha dicho cosas que faltan a la verdad". (Guevara) "Así sí". Pablo: "Y en este Estado queda sobradamente demostrado cómo no hay libertad de ningún tipo, ya que nunca veremos sentados en este banquillo a los responsables de la muerte de inmigrantes por ejemplo", "mis ideas no las vais a cambiar"...

De esta forma el juicio quedaba visto para sentencia, mientras fuera arreciaban los gritos proferidos por lxs solidarixs de "libertad de expresión, Pablo Hasel absolución"! y "vosotros fascistas sois los terroristas", acompañados de una fortísima ovación a la salida de Pablo.

Las conclusiones, aunque sea de urgencia, tras el día, son que como denunciaban tanto Pablo como su abogado, efectivamente en este país no hay libertad de expresión alguna, o, más concretamente, solo la hay para algunos, para los de siempre, y que la sentencia parecía estar escrita antes de la celebración del juicio, por lo menos si hacemos caso a la nula atención que la fiscal dedicaba a los razonamientos que se le ofrecían. La sentencia, se rumorea, saldrá en 15 días.
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Publicado por Comités Por  Un Socorro Rojo Internacional

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periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.