Crónica
del juicio a Pablo Hasel
El 10 de marzo, en la Audiencia Nacional se daba cita una vez más la represión, la falta de libertad de expresión, el enjuiciamiento a las justas ideas comunistas, el fascismo, la intolerancia, la excepcionalidad jurídica, pero también la solidaridad, la combatividad y la resistencia, como demostraban por una parte tanto la presencia de los encausados en el caso conocido como "el de las herrikos tabernas" por un lado, y Pablo Hasel por otro, así como solidarixs con ambos procesos.
Una vez supimos que solo dejaban
entrar a 6 personas al juicio de Pablo, número ridículo donde los haya, tras
pasar los habituales y forzadamente lentos controles de seguridad, entramos en
la sala donde se estaba celebrando el mismo.
Nada más hacerlo, ya se podían
escuchar las respuestas en tono firme y seguro del rapero, desmontando la
batería de intentos criminalizadores que estaba recibiendo por parte de la
fiscalía. "No sois nadie para decirme a quién tengo que admirar",
"no me podéis decir quién me tiene que dar pena o no, de la misma forma
que a vosotros tampoco os daría pena mi muerte", "no tengo porqué
contestar a eso ya que en la pregunta va la trampa al ser dicha pregunta
descontextualizada", así como interpelaciones directas a la fiscal,
cortadas rápidamente por el Magistrado Alfonso Guevara, eran algunas de las
enérgicas respuestas que se podían oír de su boca.
Seguidamente Hasel contestó a las
preguntas de su defensa, revelando que había muchas más canciones por las que
no había sido procesado que canciones que hubieran provocado la situación
contraria, esto es, su procesamiento. Añadió por otra parte que trataban varios
temas a la vez, por lo que sacar una frase parcial de una de ellas era
descontextualizar, y por lo tanto manipular.
Inmediatamente después vino una
aburrida tanda de declaraciones de funcionarios tales como el "responsable
del atestado", "el de la operación", siendo lo único relevante
que al primero el abogado de la defensa le dejó en una situación de la que no
supo salir, al plantearle la pregunta de "porqué había canciones del
rapero que se tomaban como prueba acusatoria y otras que no".
Después fue el turno de la fiscal
para exponer su alegato final, en el que volvió a insistir en lo dicho en el
anterior turno de preguntas, diciendo siempre que "se ratificaba en lo
dicho por el acusado el día de la detención", a lo que invariablemente
añadía: "refrendado igualmente en el proceso tenido lugar hoy".
Uno de los momentos más contundentes
y esclarecedores vino a continuación, cuando Juan Manuel Olarieta, abogado de
la defensa, en su alegato final pidió la libre absolución al "entender que
no hay motivo alguno para la condena, ya que lo único que se tiene son frases
descontextualizadas e interpretadas bajo un conveniente criterio que además por
sí solas no dicen nada, como es la de "respeto a quien más de un cerdo
mató". “¡A qué organización se refiere mi defendido? ¿Y a qué persona, si
es que se refiere a alguna? ¿Qué relación hay, y de qué modo la establece entre
la frase "brindo por la muerte de dueños de ETTs", y la empresaria
muerta en 2006 en Zaragoza? si como ha dicho el ministerio fiscal las canciones
constituyen una humillación a las víctimas del terrorismo, porqué no se ha
personado ninguna como acusación?. Para que en España la libertad de expresión
tenga algún límite (como ha dicho antes el ministerio fiscal) primero tiene que
haberla. ¡Porqué es delito que mi defendido dedique un tema al Camarada Arenas
si en la época en que lo escribió Manuel Pérez Martínez no estaba condenado por
causa alguna en España?".
Eran algunas de las conclusiones que,
con la fuerza de un martillo cargado de lógica y sentido común, se dejaban
sentir alto y fuerte en esa sala.
El otro momento igualmente intenso se
produjo cuando Pablo Hasel, en pie, tomó el derecho a hablar por última vez:
"se ha demostrado claramente que la fiscal miente", el juez Guevara
(interrumpiendo al rapero en tono enérgico) “¡eso no se lo voy a
consentir¡". Pablo: "Vale, pues ha dicho cosas que faltan a la
verdad". (Guevara) "Así sí". Pablo: "Y en este Estado queda
sobradamente demostrado cómo no hay libertad de ningún tipo, ya que nunca
veremos sentados en este banquillo a los responsables de la muerte de
inmigrantes por ejemplo", "mis ideas no las vais a cambiar"...
De esta forma el juicio quedaba visto
para sentencia, mientras fuera arreciaban los gritos proferidos por lxs
solidarixs de "libertad de expresión, Pablo Hasel absolución"! y
"vosotros fascistas sois los terroristas", acompañados de una
fortísima ovación a la salida de Pablo.
Las conclusiones, aunque sea de
urgencia, tras el día, son que como denunciaban tanto Pablo como su abogado,
efectivamente en este país no hay libertad de expresión alguna, o, más
concretamente, solo la hay para algunos, para los de siempre, y que la
sentencia parecía estar escrita antes de la celebración del juicio, por lo
menos si hacemos caso a la nula atención que la fiscal dedicaba a los
razonamientos que se le ofrecían. La sentencia, se rumorea, saldrá en 15 días.
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Publicado por Comités Por
Un Socorro Rojo Internacional
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