El Gran Sol Rojo del Amanecer

lunes, 27 de abril de 2015

PC(ML)P: Apoyo y Solidaridad al Pueblo de Nepal en esos momentos dramáticos por el que está pasando



El terremoto en Nepal y el fracaso del Estado burgués

Con estupefacción y conmoción hemos recibido la información del violento sismo que, en la escala 7.9, el pasado sábado 25 de abril, del corriente, ha golpeado al heroico pueblo nepalés. Cifras, no oficiales, nos hablan de 3,600 muertos y 6,500 heridos, principalmente en los barrios periféricos de la ciudad de Katmandú, capital del país. Edificios derribados o seriamente dañados; colapsados sobre los habitantes y usuarios; avenidas, puentes y transporte han sido totalmente destrozados. Como ocurre siempre, en estos casos de desastres naturales, los sectores trabajadores, pobres y marginados han sido los más y directamente victimados.

Los desastres naturales, en nuestro planeta, son inevitables. Ellos ocurren y causan los daños que ocasionan en la vida humana y en su entorno habitacional, por la furia de los movimientos propios o creados por los desequilibrios en el planeta. Pero, con los adelantos científicos y la vigilancia preventiva de instituciones sismográficas, los terremotos y otros movimientos telúricos –ciclones, huracanes, maremotos, sismos, etc.- pueden con tiempo ser anticipados y prevenidos y salvadas vidas humanas. Pero, eso no ocurre, hasta ahora, porque la división del planeta en países técnico-industriales muy avanzados y países pobres y subdesarrollado económica y científicamente; poderosos países coloniales, imperialistas, y países semicoloniales, neocoloniales y colonizados; por países con sociedades profundamente divididos en clases sociales, por lo regular, antagonizadas y enfrentadas en violenta lucha de clase; lo que hacen imposible enfrentarlos.

Las fuerzas ciegas e incontroladas de la naturaleza se imponen al hombre, lo dominan y destruyen, porque las clases ricas y muy acomodadas, llevadas por la codicia, la búsqueda de ganancias fáciles y rápidas, el egoísmo y el individualismo, han abandonado a su suerte a las clases sociales trabajadoras, a los desheredados y sectores marginalizados,  a los nadatenientes, explotados y oprimidos.

La impactante noticia del terremoto en Nepal, los daños en vida humana y materiales, ha conmocionado a todo el mundo burgués. Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania y otros ante la tragedia sufrida por el pueblo nepalés se han movilizado en “ayuda” humanitaria. En realidad, como gallinazos se han apandillado, recordando la tragedia de Haití y las ganancias y ventajas estratégicas arrancadas malévolamente,  tras frases falsamente humanistas y derramando lágrimas de cocodrilo.

¿Cuándo los imperialistas, de cualquier color, se han preocupado por la suerte de los pueblos de los países que han esquilmado, asaltado, masacrados, robado, saqueado, oprimidos y explotados?

No sólo ellos. Las clases dominantes en Nepal –estos es comerciantes y terratenientes feudales, capitalistas burocráticos y sectores de las capas pequeñoburguesas burocratizadas- que han visto reducido su poder político, tras una guerra popular revolucionaria, aún inconclusa, han tenido que matizar su dictadura de clase con una escuálida democracia parlamentarista, y; el avance político de las clases trabajadoras que no han querido ceder un mínimo de sus conquistas sociales y libertades democráticas arrancadas en lucha abierta; desde hace una década se han sentido “liberadas” de toda responsabilidad social y política para con el pueblo pobre, con sus políticas erráticas y su despreocupación del bienestar material y espiritual resultan las directas responsables de las nefastas consecuencias del sismo ocurrido. Ahora, pretenden aprovecharse de los acontecimientos del sábado próximo pasado, del  dolor y luto del pueblo, para sacar ventajas encaminadas a la recuperación de esas partes del área de poder estatal hoy en manos de los trabajadores.

Pero, no sólo. También las clases gobernantes (monarquistas revanchistas, militaristas, nacionalistas localistas derechistas y los de la izquierda burguesa) cargan con la culpa de este grave daño en contra del pueblo. Ellos, divididos en sectores pro-imperialistas USA, pro-India y pro-socialimperialistas chinos, en sus luchas por la conquista y consolidación de sus propias cuotas de poder gubernamental, para ver quien sirve mejor a sus respectivos amos extranjeros, con sus pugnas, rebatiñas y mutuas zancadillas han conscientemente desarmado educacional, ideológica, política y  organizativamente a las fuerzas sociales y políticas más sana de la población trabajadora de todo Nepal. Dejándolas, en fin, inerme ante las eventualidades de las fuerzas brutales, espontáneas y no controladas de la Naturaleza.

¿Cuál es el corolario político a sacar del masacrador terremoto en Nepal? Uno y sólo uno. La salvaguardar de la vida del pueblo nepalí, en su lucha contra las fuerzas espontáneas de la Naturaleza y sus horribles consecuencias para la vida de la población toda, asumir el ligar la lucha de clases a la lucha por la defensa del medio ambiente y la prevención científica ante la realidad de los inevitables desajustes y desastres naturales. Comprender que sin la continuación de la revolución democrática y del coronamiento consecuente de la guerra popular, el pueblo trabajador siempre será sujeto inerme de las fuerzas sociales y políticas y de las fuerzas naturales que le dominan.

Hacer suyo la convicción irrenunciable que sólo la completación de la revolución de nueva democracia con la revolución socialista proletaria, la instauración del sistema de poder de los obreros y campesinos, son las auténticas garantías de establecimiento del necesario y urgente equilibrio entre el hombre social y la Naturaleza.

Desde acá, Panamá, los comunistas (marxistas-leninistas) nos solidarizamos en esta hora difícil por la que pasa el pueblo de Nepal. Exhortándole, como siempre ha hecho en anteriores horas difíciles por la que ha pasado, a convertir el dolor en fuerza revolucionaria centuplicada. A llorar a sus muertos, tan duramente victimados, lavarlos y enterrarlos, para después seguir de pie, apoyándose en sus propias fuerzas, y empuñando la roja bandera de “Por la independencia nacional, la nueva democracia popular al Socialismo”.

Convocamos a nuestros militantes, a la clase obrera, a los sindicatos, organizaciones campesinas y de nacionalidades originarias,  los partidos de izquierda, a las fuerzas democráticas y progresistas, a los profesionales e intelectualidad laboriosa a que brinden su apoyo incondicional y solidaridad internacionalista al Pueblo de Nepal, hoy victimado por las consecuencias de este devastador y mortífero desastre natural del pasado sábado. A organizar esta solidaridad internacionalista y revolucionaria con el Pueblo nepalés independientemente de la “ayuda” del gobierno opusdeísta y proimperialista, de los partidos burgueses del área oficial.

Por el Comité Central del Partido Comunista
(Marxista-Leninista) de Panamá
Amilkar Villarreal P.
Secretario General


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.