En
cuanto al control de los recursos y su titularidad podemos señalar que China
tiene unas inversiones en el país de más de 50.000 millones de dólares. Además
posee los derechos de explotación de la Mina Las Cristinas por 25 años, lugar
donde se encuentran las reservas de oro más importantes de Sudamérica. Esto
forma parte de la estrategia de China de ser el mayor propietario de oro del
mundo, exactamente su meta es llegar a tener 30.000 toneladas de oro, la mitad
de las reservas del mundo.
El
mercado de armas es otra fuente de ingresos para la socialimperialista China y
el imperialismo ruso que encuentran en Venezuela a uno de sus principales
clientes habituales. ¿Acaso Venezuela no puede tener su propia industria
armamentística? ¿La gran mayoría de sus armas tienen que seguir siendo de
origen ruso, chino o incluso del “imperialismo español”?
Respecto
a los acreedores del país hay que destacar a China que ha concedido importantes
préstamos a cambio de la garantía de una tercera parte del petróleo venezolano.
Otros acreedores de importancia son las entidades financieras americanas, entre
ellas cabe mencionar el banco de inversión Goldman Sachs (banco famoso por
“ayudar” a Grecia) que otorgó préstamos a Venezuela a unos intereses usureros
del 14%!
El
chavismo ha sabido vender la ilusión durante años de una tercera vía: “el
capitalismo con rostro humano”, la cual ha conseguido sostener gracias a los
altos precios del petróleo y el fuerte incremento de deuda. No hay capitalismo
bueno (socialismo del siglo XXI) ni malo (neoliberalismo), en realidad solo son
dos variantes de una misma moneda. No existen revoluciones a medias.
El
socialismo no se compra mediante los altos precios del petróleo, no busca
domesticar e inmovilizar a un inmenso movimiento social con algunas concesiones
sociales temporales ni indemniza a la burguesía ante cada nueva expropiación a
precios muy por encima de su valor real (Banco Santander,SIDOR…). Tampoco mira
para otro lado y no investiga cuando 400 líderes campesinos son asesinados por
los sicarios de los terratenientes, ni hace pactos sociales con partidos de la
oposición.
El
gobierno de Nicolás Maduro se encuentra en un callejón sin salida, una
situación insostenible. Los ingresos del Estado disminuyen por la fuerte caída
del petróleo mientras la deuda enorme del país va incrementándose debido a la
acumulación de intereses. Para hacer frente a esta situación el gobierno
bolivariano decide pedir un préstamo a China de 5.000 millones de dólares para
poder cumplir con los vencimientos inmediatos de deuda. Como contrapartida
China exige unas mayores garantías de petróleo. Adicionalmente como medida para
obtener mayor liquidez vende la deuda petrolera que le deben República
Dominicana y Jamaica a Goldman Sachs.
Ante
este panorama Maduro tiene dos opciones puede aplicar un paquete de ajustes,
que ya ha iniciado, recortando brutalmente el estado del bienestar o aplicar la
línea antiimperialista. Ésta última consiste en impagar la deuda y expropiar
las tierras a los terratenientes y los recursos a las grandes multinacionales
imperialistas. Sin embargo si en algo tiene prestigio el gobierno chavista es
que nunca ha impagado ningún vencimiento. Con toda seguridad el gobierno
bolivariano se quitará la careta de revolucionario y destruirá el estado de
bienestar para poder satisfacer sus obligaciones con las grandes potencias.
La situación de fracaso de la revolución
bolivariana es tal que varias organizaciones pequeño burguesas prochavistas no
electoreras han pasado de tener posiciones críticas con el gobierno a
posiciones antagónicas. Como ejemplos podéis leer los artículos “Por la Revolución mandaremos al
carajo a quién sea necesario” del Movimiento Guevarista
Revolucionario y “Basta de Miedo y Complicidad:
Luchemos contra la Alianza Oligárquica y RojiBurguesa” de las
Fuerzas Bolivarianas de Liberación.
Resumiendo
Venezuela se está vendiendo a trozos y de ningún modo puede calificarse de
estado soberano y antiimperialista. Ha vendido su oro, hipotecado su producción
actual y futura del petróleo, traicionado la clase obrera para beneficio de los
terratenientes y la gran burguesía… Los comunistas y el proletario no podemos
ser la muleta del gobierno chavista sino que hemos de tener nuestra propia
agenda y línea política independiente.
La
clase obrera venezolana tiene que romper con el chavismo, organizarse
independientemente y luchar independientemente, construir su Partido Comunista
de Nuevo Tipo. Para después forjar la alianza con el campesinado trabajador y
la pequeña burguesía urbana, considerar a la burguesía nacional un aliado
secundario, auxiliar pero importante para la revolución democrática popular.
Así
formando un Frente Antiimperialista que recoja y atraiga a organizaciones
pequeño burguesas tanto prochavistas como antichavistas, a militantes
individuales del PSUV, PCV y de formaciones de la oposición del gobierno que
compartan la necesidad de una verdadera lucha antiimperialista. En este Frente
el partido comunista constituye el eje y la guía para que la pequeña burguesía
y la burguesía nacional no se desvíen de nuevo hacia el imperialismo.
¡
Defender los recursos naturales!
¡
Libre autodeterminación!
¡ No
al neoliberalismo ni al socialismo del siglo XXI!
¡ Ni
los neoliberales ni la corriente revisionista del socialismo del siglo XXI
conseguirán vender Venezuela!
¡
Reforma agraria y nacionalización de las empresas imperialistas !
¡
Impagar la deuda a las potencias imperialistas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario