El
sitio de Bandera Roja ha publicado el 11/06/2017 tres artículos que tratan de
la lucha por la independencia de Cataluña: fetiches y
proceso de supersticiones en catalán - Reflexiones al debate, Carlos
Morais, Ningún
socialismo no hay independencia para el pueblo! , Ana
Barradas y Fraude de Cataluña , António
Barata. Los tres artículos dan excelentes contribuciones para la
comprensión sobre la lucha en Cataluña, buscando analizar los hechos de una
perspectiva proletaria, marxista.
Estimulados
por este debate queremos dar una pequeña contribución a esa discusión. Y
pensamos hacerlo a partir de dos preguntas:
1.
¿Es justa, desde el punto de vista del proletariado, la participación de los
comunistas en la lucha por la independencia de Cataluña?
2 -
Si es justa, ¿cómo debe ser esa participación?
Una contribución a
la lucha de los comunistas en Cataluña
Nuestra respuesta a la primera pregunta es sí. Consideramos que los
comunistas deben participar en la lucha hoy en defensa de la independencia de
Cataluña, así como de otras naciones ocupadas por España como Galicia y el País
Vasco. Por otra parte, los comunistas ya participan, históricamente, de
los movimientos de liberación en esos países ocupados.
La pregunta es pertinente porque parte del movimiento que se
autointitulación marxista o comunista no está participando de los movimientos
por la independencia de Cataluña alegando que no son posiciones proletarias que
dirigen esa lucha.
Un poco más de un mes las Cien Flores
reproducidos a partir de una publicación de la primera línea, organización de
liberación nacional de Galicia socialista y feminista, el texto revolución socialista y el derecho de las naciones a la
autodeterminación , Lenin. Recomendamos
fuertemente la lectura del texto de Lenin para la comprensión de los hechos en
debate.
En ese texto, Lenin afirma que
"Los partidos socialistas que no
demuestren en toda su actividad, ahora, durante la revolución, como después de
su victoria, ser capaces de liberar a las naciones avasalladas y construir
relaciones con las mismas sobre la base de una unión libre - y una unión libre
, sin libertad de separación, es una frase mentirosa -, esos partidos cometer
una traición al socialismo.
Por supuesto, la democracia es también una
forma de Estado debería desaparecer cuando desaparezca el estado,
pero esto será sólo se producen cuando se produce la transición del
socialismo, definitivamente victorioso y consolidado a plena
comunismo ".
Cataluña es una nación ocupada por España. Los comunistas deben
participar activamente del movimiento por su independencia, movimiento que debe
ser parte integrante de la lucha por la revolución socialista, por el fin de la
explotación capitalista. La forma concreta como la explotación y la
dominación capitalista se manifiestan en la superficie de los hechos puede ser
de diferentes maneras y es en la lucha concreta como esa dominación / explotación
se manifiesta que la clase obrera y los comunistas van avanzando hacia sus
objetivos mayores.
Pero ¿cómo debe ser la participación de los comunistas? ¿Debemos
asumir la bandera de otras clases o fracciones de clase que también participan
de esa lucha? ¿Debemos asumir, por ejemplo, el discurso de que Cataluña
independiente podrá desarrollarse económicamente, aprovechar su PIB, sus
ventajas económicas para que todos (dominantes y dominados, explotadores y
explotados) puedan beneficiarse? Es obvio que no. No existe
desarrollo económico que atienda, en la sociedad capitalista, a explotados y
explotadores. La lucha por la independencia sólo tiene sentido, desde el
punto de vista de los explotados, si está colada a la transformación
revolucionaria de esa sociedad. Como decía Lenin en el mismo texto:
"En la práctica, el proletariado sólo
puede conservar su independencia subordinando su lucha por todas las
reivindicaciones democráticas, sin excluir a la república, a su lucha
revolucionaria por el derrocamiento de la burguesía.
Pero esa comprensión, la de que los problemas que hoy vivimos son el
resultado de la sociedad capitalista, no surge espontáneamente. Ella será
resultado de un largo proceso teórico y práctico de avance en la organización y
en la conciencia de las clases dominadas.
El movimiento nacionalista en Cataluña tiene una base real que los
comunistas deben saber utilizar. El sentimiento anti-español, por la
ocupación existente, puede ser canalizado, en un largo proceso, es obvio, en el
sentido de un movimiento de liberación de esa dominación y de la dominación
capitalista. Sin embargo, es necesario que los comunistas sepan actuar en
ese sentido.
Para ayudar en la comprensión, haremos una analogía con los movimientos de
2013 en Brasil. Esa explosión popular espontánea de insatisfacción,
expresión de la situación que nuestro pueblo vivía y vive, en aquella época con
más de diez años de gobierno petista, fue criticada por casi la totalidad de
los grupos de "izquierda". Dice que la masa iba a las calles con
"posiciones atrasadas", "conservadoras",
"nacionalistas" ...
Pero, ¿podría ser de otra manera? La clase obrera y el pueblo
brasileño están desde hace décadas sin la posición proletaria presente en la
lucha de clases, la "izquierda" representada por reformistas que
están en el gobierno, y nada cambia. ¿Cómo debería reaccionar? ¿Cómo
podría expresarse con la posición proletaria inexistente? La masa fue a
las calles por la insatisfacción real con los gobiernos burgueses (incluido el
del PT, en el poder en aquel momento). No fue con posiciones
revolucionarias abiertamente colocadas porque esas posiciones no surgen
espontáneamente. Como está en el Manifiesto: "Las ideas dominantes
son las ideas de la clase dominante".
Así, ¿deberían los comunistas criticar aquellas manifestaciones y no
participar de ellas? No, en nuestra opinión. Incluso sin dirigirlas
(por otra parte, no había dirección centralizada en aquel movimiento), tomamos
la decisión de participar en ellas, de forma organizada, en los límites posibles
expresar nuestras posiciones, permitiendo a los sectores de la masa con quienes
tenemos relaciones la posibilidad de movilizarse forma organizada, con
posiciones justas y criticar, con nuestro apoyo, los límites de las consignas o
de las propuestas que surgieron en aquel movimiento. No eran
manifestaciones fascistas (por más que ellos también disputasen ese
ascenso). Eran expresiones reales de la insatisfacción popular y los
comunistas debían disputar el sentido de esa expansión de la lucha. Así,
actuando de esa forma, nos fue posible crecer en esa situación.
Guardando las diferencias, consideramos
que esa es una táctica correcta a los comunistas en Cataluña. No quedarse
(como algunas organizaciones están haciendo) criticando las manifestaciones
porque no tenían "banderas proletarias" en el puesto de mando y hacer
coro con la posición española contra la independencia catalana, y ni quedarse
apoyando el movimiento como si estuviera en juego la independencia que interesa
a los comunistas quedando a remolque de la burguesía catalana. Es ser
parte de este movimiento real de la oposición (que ha crecido como
un resultado directo de la profundización de los 10 años de crisis) y
buscar en el límite de lo posible, ampliar las reclamaciones que les da el verdadero
carácter que debe tener: la lucha contra las clases
dominantes de España y de Cataluña. Disputar, en la situación
concreta de la capacidad de los comunistas, ese ascenso. Dejar de
"interpretar el mundo para tratar de transformarlo".
Es importante destacar que esa distinción en la forma de actuar está
también presente en el texto de Lenin que citamos arriba y reproducimos en el
sitio. Ver lo que él dice sobre la forma de lucha de los comunistas por la
liberación de naciones ocupadas:
"Pero lo que se infiere de ello no es
en modo alguno la renuncia de la socialdemocracia a la lucha inmediata y
decidida por todas estas reivindicaciones -tal renuncia habría sido sólo
ventajosa para la burguesía y la reacción-, pero justamente lo contrario, la
necesidad de formular y poner en práctica estas demandas, no a la manera
reformista, sino al modo revolucionario; no dejarse obligar por los marcos
de la legalidad burguesa, sino agrietarlos; no sentirse satisfechos con
las intervenciones parlamentarias y las protestas verbales, sino atraer a las
masas a la lucha activa, ampliando y avivando la lucha por toda demanda
democrática fundamental, hasta el directo ataque del proletariado contra la
burguesía, es decir, hasta la revolución socialista que expropia a la
burguesía.
(...)
El recrudecimiento de la opresión nacional
bajo el imperialismo exige a la socialdemocracia, no que renuncie a la lucha
"utópica", al decir de la burguesía- por la libertad de separación de
las naciones, pero al contrario, que emplee más intensamente los conflictos que
surgen también en este terreno como motivo para la acción de las masas y para
los actos revolucionarios contra la burguesía.
Sabemos que no hay fuerzas para dirigir
el movimiento hoy. Sin embargo, podemos crecer en este proceso,
acercándose a la única tarea que realmente importa: la construcción de la posición proletaria y tienen la fuerza
suficiente para alianza hegemónica en torno a este movimiento. Sin
fuerza para ello, no debemos hablar de frente, ya que no tendremos cómo
dirigirla y seremos llevados por la posición burguesa en esa unidad. Sin
fuerzas, la tarea inmediata es construir (teóricamente y en la práctica) esa
fuerza. No dirigimos nada con consignas o alianzas inexistentes
concretamente. Sólo dirigiremos algo si nos adentramos en la lucha
concreta existente, y en esa lucha presentamos poco a poco nuestra posición,
ganando en ese combate el respeto de los camaradas y ampliando nuestra fuerza y
presencia. Por eso, es necesario, fundamental, trabajar para crecer
donde podemos ser fuertes: en la clase obrera, en las capas proletarias, entre
los inmigrantes, en la juventud, entre los trabajadores proletarizados.
No hay atajos. Este camino tendremos que recorrer. Y es en él que
vamos corrigiendo nuestra posición.
Publicado por ¡QUÉ SE ABRAN CIEN FLORES! ¡QUÉ CIEN ESCUELAS RIVALICEN!
El sobretítulo es nuestro. Luminoso Futuro
No hay comentarios:
Publicar un comentario