¿CON
OTRA BANDERA FALSA EMPUJARÁN AL FIN LOS BRITÁNICOS A LA GUERRA A
TRUMP?
Por
Quibian Gaytan
Era
de esperarse. Y no se necesita una bola de cristal para saberlo. Han
estallado bombas contenedoras de gas cloro en áreas cercana a Ghuta,
Damasco, controladas por organizaciones rebelde anti-Assad y por
otras en enemiga armada contra la Santa Alianza de las Superpotencias
imperialistas ocupantes militarmente de Siria e Irak. Según las
fuentes, Occidentales por supuesto, docenas han sido las víctimas
(¡¡civiles!!, y es de espere otras muchas más en esta sucia guerra de redivisión
colonial del planeta).
La
Coalición imperialista occidental, Trump a la cabeza y teniendo tras
suyo, sosteniéndole el dedo acusador quién más que, la “pérfida
Albión”, ha acusado del estrago al imperialismo ruso, líder de la
otra Coalición de bandidos. Tanto Rusia como su lacayo Al-Assad han
negado ser autores del crimen de lesa humanidad. Una vez más la
unidad, de la dicha Santa Alianza de las Superpotencias imperialista,
la cual está pegada con saliva, es puesta a prueba. ¿Al fin será
rota, pese al peligro de una IV guerra interiimperialista mundial que
eso entraña, o se pondrán a buscar una salida en base a un nuevo
acuerdo internacional de los superpoderes? Acuerdo de distención y
de redistribución “pacífica” del Medio Oriente y el Magreb; con
el cual la potencias imperialistas menores, pero famélicas por recuperar colonias, logren
oficializar un pedazo de ese gran pastel y, de paso, “legalizar”
su presencia militar en toda la región. Hablamos, en primer lugar,
de Inglaterra seguida por Francia, Alemania e Italia (sin que nos
olvidemos de Arabia Saudita e Israel).
Pero,
volvamos al tema de las “bombas de cloro en Ghuta”. Inglaterra
lleva la voz cantante. Ella, precisamente, con su imperio en
decadencia y con miedo a su total desintegración, para salvarlo
necesitaba algo grande e impactante que forzara a sus ya díscolos
aliados a realinearse tras ella. Es la más interesada en romper la
Santa Alianza de las Superpotencias imperialista y en empujar a sus
aliados y al mundo a una guerra contra Rusia (y ajustar cuentas y
parar el expansionismo del socialimperialismo chino). Aislar a Rusia
y echar contra ella un Frente mundial Anglosajón sino que la aplaste, la humille militarmente.
Ya,
ahora, el cassus belli existe. ¡El bombardeo con cloro a Ghuta! El
enemigo está claramente señalado. Pero, también, expuesto los
designios y las miras de la “pérfida Albión”. Una vez que el
caso del espía inglés, Skripal, le estallará en la cara a “Chacal”
May, por indesmostrabla y falso. “chacal” May y su jefe de manada
Johnson, desesperados, guardaban un nuevo as bajo la manga. Montar
otra provocación antirrusa y nada mejor que escoger Siria para
realizarla. Recordará el lector, desde hace varias semana se a hecho
volar las campanas sobre la posibilidad de que allí “se hiciese
estallar bombas de gases mortales”. Menudearon acusaciones, que si
el bando de Al-Assad o que si los “yihadistas” probritánicos
“las acumulaban y harían recurso a ellas”. Nadie dio pruebas
alguna, ni tampoco movió un dedo para evitar se realizase.
Y
llegó el día fatídico y mortal, 9 de marzo del corriente. La
provocación se materializó. Pues, fue eso, una real provocación, taimada
y bien montada. Porque de eso mismo se trató una provocación con
raíces internacionales, fuera de que sus realizadores materiales fuesen
sirios o no. Un acto de Bandera falsa, un acto con el cual se pone en
el banquillo de los acusados al contrario, pero en cambio el
verdadero manipulador e ideador queda en la sombra. Pero, ¿por quién
fue el que lo programó o dio luz blanca a los asesinos materiales?
Basta ver quién es el beneficiario de dicho estrago, para llegar a
saber quién ha estado tras todo esto.
“Chacal”
May ha subido al estrado y renovado la acusación contra Rusia, con
el aplauso cerrado de los belicistas que dominan la Cámara de los
Lores y la City. Empujado al charlatán presidente de EE.UU, Trump a
hacer realidad su amenaza de bombardear Damasco si el régimen de Al
Assad hiciese uso de las “bombas de cloro contra su propio pueblo".
De seguido, los neoconservadores estadounidenses (demócratas y
republicanos), “llenos de indignación”, comenzaron a lanzar
gritos de guerra y contra la blandura de Trump con los rusos.
También, ellos quieren la guerra con Rusia, de eso desde décadas.
Exigen Trump, rompa conversaciones con Rusia y con China y no llegue
a ningún acuerdo con esta última, y que no se pliegue a la “famosa”
ruta de la seda. Para dar motivo a la ruptura, como a una eventual
guerra total con Rusia, el que él lance un bombardeo masivo contra
Damasco, lo que provocaría la reacción rusa y justificaría la
entrada en guerra de Estados Unidos de Norteamérica. Realizándose
así los designios de la burguesía imperialista inglesa, de que USA
haga la guerra imperialista mundial en aras de los intereses de los
ingleses: romper así definitivamente la Santa Alianza de las
Superpotencias imperialistas. ¡Ah, la pérfida Albión!
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