
El Gran Sol Rojo del Amanecer
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lunes, 10 de diciembre de 2018
lunes, 20 de agosto de 2012
Panamá: COORDINADORA CAMPESINA POR LA VIDA (CCPV)
MANIFIESTO AL PAIS
Reunidos
en la comunidad de Nueva Concepción, corregimiento de Guasimo, con
representantes de las comunidades de la región de Donoso, durante los días 26,
27, 28 y 29 de julio del año en curso, hemos conversado sobre la realidad
actual que nos afecta.
1.
Del atropello e irrespeto de las empresas mineras Petaquilla Gold y Minera
Panamá, las cuales intentan sobornar a las comunidades campesinas a través de
la oferta de becas, dinero, proyectos y cuanto puedan, aprovechándose de su
situación de pobreza. Desconociendo el
rechazo de la población a estos proyectos durante los últimos cuatro gobiernos,
las empresas mineras han desplegado una inmensa y costosa campaña
propagandística para convencer a la opinión pública nacional y al campesinado
en particular, de que estos proyectos son beneficiosos para el progreso del
país.
3.
Así como se pintan de mansas aves no dudan en amenazar y crear temores en las
comunidades, para tratar de alejarlos de sus justas luchas y reclamos. Disponen de los recursos económicos
del gobierno para intentar esconder el origen de la pobreza en el campo y
del pueblo panameño. Es así como hemos detectado que se viene diciendo en
las comunidades que todas aquellas personas que
participen en reuniones o protestas contra las minas, les van a quitar
el apoyo de la Red
de Oportunidades, 100 para los 70 y la beca universal.
4.
Todas estas acciones, que forman parte de la propuesta para mayor
enriquecimiento de los sectores en el poder y las empresas transnacionales, no
pueden sin embargo minimizar la dura realidad que viven las comunidades
campesinas, condenadas por siempre a la miseria, a pésimas condiciones de
salud, a una baja calidad de la educación, solo importantes para votar o como
peones baratos.
A
partir de esta situación la
Coordinadora Campesina por la Vida manifiesta al país, pero por sobre todo a
nuestros hermanos campesinos e indígenas y a los pobres de la ciudad que luchan
por sus derechos:
1.
Reafirmamos nuestra disposición de enfrentar a los proyectos mineros de
extracción de oro y cobre a cielo abierto en nuestra región y todo el país, y la política de las clases
dominante de entregar las riquezas del pueblo panameño, comprometiendo su
soberanía y futuro como nación independiente
y sumiendo al pueblo en la pobreza y desesperanza Esta decisión parte de la
convicción de que estos proyectos, al igual que otro que se pretenden
desarrollar en otras regiones campesinas e indígenas del país, no nos
benefician económicamente de ninguna manera, son un saqueo de nuestros recursos
naturales, afectan el medio ambiente, irrespetan nuestras tradiciones y nuestro
derecho a la tierra. Solo proyectos que
consideren la participación y producción campesinas son realmente sustentables
en las actuales condiciones.
2.
Por encima de todas las leyes y resoluciones que se han creado para facilitar
los proyectos mineros y el saqueo de nuestras tierras, bosques y agua, llamamos
a todas las organizaciones campesinas de los corregimientos de Guasimo, Río
Indio, Coclé del Norte, Gobea y San José El General (Coclesito), a dar pasos
firmes para fortalecer nuestras organizaciones y acciones, como garantía de la
defensa de nuestros derechos. En
especial a los lavadores de oro artesanal, que día con día batallan en las
quebradas para conseguir sus sustento, les damos nuestros respaldo y los
invitamos a que se organicen y pasen a la defensa de sus derechos y para
convertirse en un alternativa diferente al saqueo de las empresas mineras.
3.
Repudiamos toda la campaña de atemorización en contra de las comunidades. Ciertamente no comulgamos con los proyectos
engañosos orientados al sometimiento del campesinado, como la Red de Oportunidades, porque no apunta en la
solución de los problemas reales del campesinado, pero la amenaza de retirar
ese apoyo, y otros, se constituye en un chantaje descarado para favorecer los
intereses de quienes nos explotan. A los
hermanos campesinos les decimos: vivimos antes sin tener ninguno de esos
apoyos, no nos van a matar si nos los quitan.
4. La
Coordinadora Campesina por la Vida hace un llamado a sus
miembros, organizaciones y personas amigas, a nuestros hermanos pobres de la
ciudad, para redoblar esfuerzos en esta batalla por rescatar nuestra Patria y
nuestra tierra. Que sepan nuestros adversarios,
los que intentan chupar nuestra sangre y nuestras riquezas, que intentan
arrebatarnos nuestra identidad y dignidad, que no lo lograrán. Que nuestra lucha no ha cesado y más que eso,
se fortalece día con día, con cada destello de verdad que sale a la luz. En ese sentido, queremos denunciar la actitud
entregada de las autoridades municipales y locales (Alcalde y
representantes de corregimiento), a quienes hacemos responsables de cualquier
daño o atropello que se cometa contra las comunidades campesinas por parte de
las empresas mineras, que intentan continuar el saqueo en la región del Cerro
Pintamoso.
CON LA PATRIA Y POR LA TIERRA
COORDINADORA
CAMPESINA POR LA VIDA, 29 de julio de 2012.
jueves, 26 de julio de 2012
Panamá: DE LA LUCHA DE CLASES EN EL CAMPO. doc. 3
![]() |
Victoriano Lorenzo, general de la cholada guerrillera |
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS DE LA REGIÓN DE COSTA ABAJO DE COLON,
CONVOCADAS POR LA COORDINADORA CAMPESINA POR LA VIDA Y LA UNIÓN CAMPESINA JUAN
PABLO II EN MARCHA, REUNIDAS EN ASAMBLEA EN LA CONUNIDAD DE VILLLA DEL CARMEN,
DISTRITO DONOSO, COLÓN, EL 5 DE FEBRERO
DE 2011, CON LA PRESENCIA DEL GOBERANDOR DE LA PROVINCIA DE COLÓN, INGENIERO
PEDRO RÍOS, Y DEL OBISPO DE COLÓN Y KUNA YALA, MONSEÑOR AUDILIO AGUILAR Y AGUILAR, GRUPOS
AMBIENTALISTAS Y FUNCIONARIOS PÚBLICOS, COMUNICAMOS A LA COMUNIDAD NACIONAL E
INTERNACIONAL LO SIGUIENTE:
NUESTRO PROFUNDO RECHAZO A LA MINERÍA A CIELO ABIERTO Y NUESTRA
DISPOSICIÓN DE LUCHAR POR NUESTRAS TIERRAS Y POR NUESTRA VIDA.
Nuestro rechazo a actitudes de la
Minera Petaquilla gold y Minera Panamá, como la de montar una Gira Médica
apresurada en la comunidad de Miguelito, con el fin de hacer fracasar nuestra
Asamblea campesina, que reunió de manera exitosa más de 600 personas.
Nuestras organizaciones
(Coordinadora Campesina por la Vida y Unión Campesina Juan Pablo II en marcha)
expresamos que no daremos nuestro brazo a torcer y en ese sentido exigimos que
el Gobierno declare una Moratoria a la
actividad minera en todo el territorio nacional.
Los procesos de concesión están
antecedidos del engaño, la manipulación, falsas promesas, amenazas e irrespeto
a la propiedad del campesinado, como a la propiedad comunitaria, las que se
facilitan por las debilidades institucionales y legales que permiten el abuso
con absoluta impunidad. Las
instituciones destinadas a salvaguardar nuestra riqueza y patrimonio natural
son Incapaces técnica y jurídicamente de detenerlos, dejando a merced de las transnacionales a
nuestras comunidades, en las que se asienta nuestra forma de producir y vivir.
Para intentar acallar y dividir la comunidad
campesino-indígena, en complicidad con los gobiernos de turno, se trasladan a
estas empresas funciones propias del gobierno como la construcción,
ampliaciones y mantenimiento de escuelas
y centros de salud, que según los contratos de concesión son deducibles de los
bajos impuestos que pagan, por lo que estas obras resulta pagándolas el pueblo
panameño, mientras nos quita la tierra y declara ilegal el lavado de oro en
batea. Resulta humillante para nuestras comunidades el programa de comida
caliente que impone a nuestros hijos en las escuelas.
Nuestros bosques, ríos y la rica
fauna que los habita se encuentran doblemente amenazadas; en primera instancia
por la devastación inclemente contra la naturaleza producto de la destrucción
del suelo rico de nuestra región y la movilización de millones de toneladas de
tierra; en segundo lugar por los procesos y
uso de sustancias altamente contaminantes e irresponsablemente manejados
por las empresas mineras.
La propia naturaleza advierte que
no perdonará el abuso que contra ella comete el hombre de corazón endurecido
por la ambición y el lucro. Parte importante de la ciudad capital se
encuentra hoy cumpliendo más de 40 días donde las mayorías empobrecidas que
habitan las barriadas periféricas carecen de agua. En nuestra región el
contrato con la nación autoriza a las empresa mineras al desvió de hasta el 90%
del curso de los ríos, Lo cual significa que corremos el riesgo de que el
cianuro contamine las aguas y viaje en las nubes convertido en lluvia acida que
afectara nuestras comunidades y sus cultivos.
Si no somos capaces de detener
este robo a la nación panameña, sino somos capaces de defender nuestra
comunidad campesina al cabo de treinta años o cuando el precio en el mercado lo
haga “no rentable” estas empresas mineras, en complicidad con sus socios
ocultos, envés de estas región de montañas con sus ríos de abundante agua
y fauna, esta tierra fértil y esa mar
Caribe que nos alimentan, como dispuso Dios, de abundante vida, nos heredarán
un infierno improductivo y contaminado donde solo reinará la muerte.
Por ello a las autoridades locales les exigimos la
responsabilidad de expresar esta decisión de las comunidades por las que fueron
electas y a las que se deben.
ANTE LA ACELERADA CARRERA POR LA MODIFICACION DEL CODIGO MINERO,
entendemos que el código rige para toda las actividades de minería que se
practican en el país. Sin embargo
rechazamos de plano el que se modifique el código para hacerlo a la medida de
los intereses de las empresas mineras u otros intereses antinacionales. Se
quiere legalizar la inversión de empresas estatales extranjeras en la minería,
que ya existe, pero, que el actual código no permite. Preguntamos:¿No nos
decían estos señores que la empresa estatal no sirve, que la solución es la
empresa privada? El ofrecimiento de
que se van a aumentar las regalías y que se va a ser más estricto en relación a
las sanciones por daños al medio ambiente no resuelve el problema central de la
propuesta actual del desarrollo minero, es decir, a quién beneficiará y quién
pagará el costo de dichos proyectos. No
tiene ningún sentido en el caso de Petaquilla y Minera Panamá, ya que estos
proyectos están amparados en el contrato ley El Contrato-Ley 9 de 1997 que justifica jurídicamente todos los abusos
de los mineros, al concederle innumerables beneficios por encima de cualquier
ley que se haya hecho o se haga en el futuro.
Así lo expresa la cláusula 21 de dicho contrato cuando anota se regirá
por las leyes “actuales y futuras”, siempre y cuando “tales leyes o
disposiciones legales no le sean contrarias o sean inconsistentes o
incompatibles con el Contrato”. Al buen entendedor, pocas palabras. Sostenemos que no puede darse un proceso
modificación sin la presencia de los sectores campesino –indígenas
históricamente afectados por esta actividad, Y QUE SI TODAVÍA HAY EN LA
ASAMBLEA DE DIPUTADOS ALGO DE DIGNIDAD Y PATRIOTISMO, DEBÌA SERVIR PARA ECHAR
ABAJO ESTE DESCARADO SAQUEO DE NUESTROS RECURSOS, QUE ADEMÁS PONE EN PELIGRO
NUESTRAS VIDAS.
EL CAMPO PANAMEÑO SIGUE SIENDO
POBRE Y LOS PROBLEMAS EMPEORAN
Bajo la promesa de una vida
mejor, de la creación de fuentes de trabajo y enriquecimiento, cientos de
campesinos engañados son llevados a la pérdida de sus medios de vida. Bajo el
pretexto de la lucha contra la pobreza es práctica de los gobiernos e
instancias internacionales la realización de proyecto millonarios, cuyo
beneficiario resultan ser la burocracia gubernamental, lo que no contribuye a
crear las bases de un desarrollo en el
que la comunidad afiance su propiedad sobre la riqueza que la rodea.
En el área de la Educación seguimos confrontando múltiples
dificultades que parecen no tener fin.
Pese a que se ha mejorado la condición física de la mayoría de las
escuelas, no se puede asegurar que la calidad de la educación haya
mejorado. Aspiramos a que nuestros hijos
culminen sus estudios completos, como está dispuesto constitucionalmente, en
disciplinas que incrementen el desarrollo de nuestra región. Pensamos en una secundaria completa con
internado en el corazón de nuestra región, una extensión agrícola y veterinaria
de la universidad, las carreras de arqueología y antropología, una unidad de
ciencias médicas especializada en medicina tropical. Proponemos el vínculo de la Universidad de
Panamá y Tecnológica metida en la región a través de la investigación
relacionada con problemas concretos de la región.
En el sector de la Salud
también son múltiples las dificultades.
Exigimos una mayor atención a los puestos de salud con sus respectivos
ayudantes y que se fortalezca el vinculo con los curanderos para perfeccionar
sus técnicas e incluso aprender de la medicina tradicional. Los gobiernos no
han podido sostener ni han avanzado en la primera línea de atención, los
puestos de salud se han convertido en bonitos sitios para los murciélagos, sin
equipos, ni medicamentos, donde el pobre ayudante de salud por vergüenza y
responsabilidad incluso de su bolsillo
provee algunos medicamentos. Sin los programas básicos de salud como la
cobertura a niños, mujeres embarazadas, ancianos no tienen alcance. Hay que
tener presente que con la incursión de la minería a cielo abierto se
incrementarán también los riesgos de salud sobre la población y aparecerán
nuevos males como la prostitución y el alcoholismo con su secuela de violencia
familiar y nuevas enfermedades producto del trabajo y el deterioro del
ambiente.
Entendemos que el desarrollo de la región de Costa Abajo
debe preservar para el campesinado-indígena y la población costera las riquezas
y recursos en los que viven. Es poco
lo que los gobiernos han hecho en este sentido. Una particularidad del área es
la riqueza del paisaje de sus montañas y costas. Este es un recurso que debe servir a las
diversas comunidades como fuente de ingreso y no convertirnos en meseros y
mucamos, es decir, en una nueva especie de sirvientes que viven con la
mentalidad de la dependencia de los amos blancos, que vienen a turistear. Lo que
nosotros queremos es la Producción agrícola, porque de eso sabemos y de eso
vivimos, y porque producir raíces y tubérculos, cocos, arroz y maíz, nos
hace más libres y menos dependientes. La
posibilidad de un desarrollo agrícola que dé nuevas posibilidades de superación
a la población del distrito es un hecho ya probado y las capacidades para ello
existen en la región. Lo que hace falta
es generar procesos que contribuyan a la incorporación real de las
organizaciones en la toma de decisiones y que se creen los mecanismos legales y
económicos que permitan la incorporación del campesinado en la producción. Significa mejorar el acceso al crédito
agrícola a bajos intereses, significa reducir sustancialmente los impuestos que
deben asumir y pagar los productores campesinos, significa crear mecanismos
serios y responsables en el manejo de la comercialización.
Desde nuestro punto de vista se hace imprescindible para el cuidado del
medio ambiente que todos asumamos compromisos serios. En esta tarea corresponde un papel fundamental
a las autoridades locales, los representantes de corregimiento y Alcalde, ya
que tienen en sus manos la posibilidad de proponer y modificar acciones legales
y administrativas que permitan un ambiente sano y seguro para la población y
las futuras generaciones. Una
alternativa viable fortalecer el
Distrito de Donoso como una reserva vida natural. No debemos olvidar que Donoso tiene dos
terceras partes de su territorio cubierto de bosques y es parte importante del
Corredor biológico mesoamericano, situaciones que los mineros persisten en
desconocer. Hay que declarar nuestro
distrito como región libre de la minería a cielo abierto, porque está
demostrado a nivel mundial que este tipo de minas son lo más destructivo que
existe.
Queremos dejar por escrito
nuestra disposición a asumir con todos los medios a nuestro alcance la
construcción de una propuesta de desarrollo en la que tengamos voz, voto y
participación. Pero si esa posibilidad
se nos niega, tendremos entonces que negar todas las cosas que nos atropellan y
nos niegan una vida digna y justa.
Si ANAM no detiene los abusos de las grandes empresas mineras, nosotros
no tenemos por qué respetar sus leyes, las cuales en la mayoría de los casos
reprimen nuestras formas de producción, sin ofrecer alternativas.
Si el Gobierno panameño le da tantos privilegios y exoneraciones a las
grandes empresas en el pago de impuestos, nosotros, que tenemos menos, no
tenemos por qué pagar impuestos.
Si a las empresas que extraen oro, plata, cobre y platino se les declara
legales, nosotros declaramos que nuestros hermanos que lavan oro en las
quebradas con batea son mas legales y con más derechos que ellos.
Si esta tierra en la que nacimos y que nos da vida se pretende regalar
por unos centavos a unas pocas empresas extranjeras, no hay razón moral para
que nosotros tengamos que pagar por la titulación de nuestras tierras.
LAS REFORMAS AL CODIGO MINERO ESTAN
EN CONTRA DE LOS INTERESES DEL CAMPESINADO Y DE NUESTRO PAÍS, Y POR ESA
RAZÓN LAS DESCONOCEMOS Y RECHAZAMOS.
Panamá: DE LA LUCHA DE CLASES EN EL CAMPO. doc. 2
DECLARACIÓN DEL PUEBLO Y COMUNIDADES
DEL CORREGIMIENTO
DE GUASIMO SEPTIEMBRE 2010
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Victoriano Lorenzo, general de la cholada guerrillera |
En cada momento
de nuestra historia que el capitalismo ha ingresado al campo esto significó
para nuestras comunidades la perdida de nuestras tierras, la destrucción de
nuestra forma de vida, nuestra cultura, libertad y hasta la propia vida. Otra
de las características de estas incursiones del capital al sector agrícola ha
sido la carencia de propuestas para la incorporación y la existencia de
nuestras formas de propiedad y producción, probadas desde los tiempos
precoloniales. Por el contrario ha sido
perseguida, aislada, explotada y expropiada por el capital nacional y
extranjero.
El desarrollo
del capitalismo europeo fue sufragado con las riquezas minerales y trabajo
esclavo de nuestra América. En el caso
especifico de nuestro país; una clase domínate sin sentido de pertenencia a
este pedazo de suelo, entregó la soberanía, independencia y nuestra dignidad de
nación, desconociendo las convicciones y la entrega de muchas vidas istmeñas.
Solo para poner al país a disposición de los intereses desmedidos de los
Estados Unidos se entregó la parte céntrica de país, primero para la
construcción del ferrocarril, luego para
la construcción del canal, ambas con nefastas consecuencias tanto para el
conjunto de pueblo panameño como para el sector campesino. Solo para mencionar
algunas diremos cómo el hecho de partir el país en dos afectó el desarrollo del
campo y de la misma ciudad de Panamá,
privilegiando siempre un grupo de familias que se hicieran millonarias a costa
de sacrificar la soberanía que si da de comer pero a unos pocos en el país
actual.
Entre los años
40 y 60 del siglo pasado los pequeños productores que abastecían las capitales
de provincias y el mercado capital perdieron esa actividad a partir de las
propuestas de “Sustitución de importaciones” y la “Alianza para el Progreso”
que fortalecieron a los grandes empresarios capitalistas su control de la producción hacia el mercado interno,
dejando de lado a los pequeños y medianos productores del campo. La implementación y fortalecimiento del
sector importador terminó por liquidar los esfuerzos de estos sectores del
campo por garantizar la seguridad alimentaria de nuestra población.
Respondiendo
nuevamente a intereses externos los gobiernos de la clase dominante de la
sociedad panameña han impulsado políticas que atentan contra los intereses del
pueblo panameño, en general, y del campesinado en particular. Todas ellas al amparo de la propuesta global
de capitalismo financiero internacional conocida como neoliberalismo, que no es
más que un nuevo intento de controlar mercados y recursos de otros pueblos para
beneficio de los estados poderosos y grandes empresas. Por diversos medios han impuesto los famosos
Tratados de Libre Comercio, logrados a través de las instituciones
internacionales como la OMC, FMI y el Banco Mundial, todas al servicio del
gran capital. También cuentan con la
fuerza militar como la que tienen en el medio oriente y últimamente en Costa
Rica, sin olvidar a sus aliados internos, los que ponen a su servicio las
estructuras del Estado como son la Asamblea, los tribunales, policías,
instituciones autónomas como Anam, además de los medios de comunicación y la
jerarquía eclesiástica.
Los hemos visto
hacer leyes para apoderarse de las actividades y empresas más rentables del
Estado a través de las privatizaciones.
De igual forma hacen leyes y decretos para privatizar las costas, playas
y ríos, desconociendo el derecho de posesión sobre nuestras tierras. Con la mentira de las concesiones se
reparten las aguas, la riqueza del subsuelo y las montanas entre compañías
extranjeras y esta clase dominante.
REUNIDOS EN LA
COORDINADORA CAMPESINA POR LA VIDA expresamos nuestro rotundo rechazo a las
políticas que vienen ejecutando los distintos gobiernos y partidos que han
asumido la dirección de gobierno durante los últimos 20 años en alianza con el
capital transnacional. Los programas ejecutados por el gobierno durante estos periodos
no hacen ningún esfuerzo para superar la situación social que vivimos en el
campo, más bien ésta se utiliza como excusa para grandes inversiones cuyos
resultados no se ven y los recursos van a parar a la manos de unos cuantos a
través de un sistema de corrupción
montado con la complicidad del los gobiernos de turnos y la empresa
privada. Este es el origen de sus cuantiosas fortunas.
Con la
complicidad del gobierno y la empresa privada se ha desatado una voraz ofensiva
de acaparamiento y especulación de la tierra.
Esta situación la sufren nuestros humanos de la ciudad engañados por
constructores de barriadas que estafan los ahorros de humildes pobladores,
mientras que a otros los empujan a vivir en condiciones de aislamiento donde
les son negados los más elementales servicios públicos. Igual ocurre en nuestro
campo donde miles de campesinos son obligados e inducidos a vender sus tierras o se les quitan en
tramoyas legales. A esto le agregamos
los millones de hectáreas cedidas en concesiones a grandes empresas mientras
los panameños viven en mayor hacinamiento
y condiciones insalubres.
Las empresas
que en complicidad con los gobiernos de la mal llamada democracia propician y
encubren las violaciones a las ya ineficientes leyes que rigen sobre el tema de
las Minas; las que permiten los abusos a las comunidades y sus moradores, la
devastación de montanas, contaminación de
ríos, el robo a la nación panameña evadiendo la declaración de
minerales; que ha comprometido la seguridad y existencia de más de 14
comunidades del área de Coclesito, ahora intentan expandir su actividad
destructora y mortal hacia nuestra área de Caño Sucio.
Nuestra
organización ha recorrido un largo trayecto de lucha enfrentando los abusos de
las mineras y su complicidad con los gobiernos, que se inició con la condena, por nuestra parte,
de un contrato amañado donde el Estado asume alto costos de la actividad,
entrega exageradas concesiones de tierra y pierde control sobre los proceso de explotación
minera, comprometiendo valiosos recursos del pueblo. Entre los múltiples atropellos que han
cometido se pueden destacar el inicio de operaciones sin la aprobación del
estudio de impacto ambiental, grandes deficiencia técnicas en la operación de
la mina de Petaquilla, las violaciones de derechos laborales, violaciones a
normas de seguridad laboral, la amenaza y violencia contra comunidades enteras
y dirigentes, que incluyen quemas de viviendas y maltrato físico, intentos de
sobornos, irrespeto a la propiedad de las familias campesinas, venta obligada
de tierras, apropiación de tierras comunales, campañas engañosos hacia las
comunidades, contaminación de las agua de los ríos con sustancias peligrosas y
devastación de aéreas de montañas.
Nadie entiende
mejor el vínculo que hay entre los hombres y la tierra que los ve nacer que
nosotros los campesinos. Nadie tiene una idea más palpable de PATRIA y su
relación con la tierra que nosotros los campesinos. Eso explica nuestra incorporación a la lucha
independentista de siglo XIX y de la incorporación de centenares de campesinos
tras la dirección de Victoriano Lorenzo en la guerra civil que se libró en
Colombia, de la cual formábamos parte en los inicios del siglo XX.
Ese vínculo,
esa relación y vivencia con la tierra, de la cual dependen nuestras vidas es la
que nos obliga a plantearnos la lucha por su defensa, porque en ello está
también incluido el futuro de nuestros hijos y nietos, de nuestras comunidades,
de nuestra cultura, de nuestro modo de vivir.
No es una protesta contra el llamado “Desarrollo” que se nos impone,
sino un llamamiento por EL DESARROLLO QUE QUEREMOS.
SI DESARROLLO
ES DESTRUIR NUESTROS BOSQUES, SAQUEAR NUESTRAS RIQUEZAS, ACABAR CON LA
PRODUCCIÓN Y LAS COMUNIDADES CAMPESINAS, ENTONCES ESE DESARROLLO NO LO
QUEREMOS.
Como campesinos
exigimos el cuidado de las riquezas naturales, que han pasado de una generación
a otra y que son patrimonio del
pueblo panameño. Atendiendo a lo que
hemos podido analizar en estos últimos años, consideramos imprescindible que SE
SUSPENDAN TODOS LAS CONCESIONES Y PROYECTOS MINEROS que se ejecutan actualmente
en el país, ya que además de los problemas ambientales y ecológicos que se
están dando y se darán, son un robo descarado de nuestras riquezas. Eso plantea a su vez la derogación de los Decretos
y leyes que regulan actualmente la actividad minera de metales, por considerar
que facilitan la extracción de recursos sin ningún beneficio para el país. En su lugar ha de darse cabida a nuevas
propuestas de desarrollo realmente sustentables, lo cual significa que deben
considerar en primer orden las aspiraciones y capacidades de las comunidades
campesinas ya existentes en al región.
En esta tarea
por la defensa de nuestros recursos naturales y la dignidad de las comunidades
toca una importante responsabilidad a las autoridades locales, distritales y
provinciales, quienes se deben en primera instancia a las comunidades que los
eligieron. Por ello, por el derecho que
nos corresponde como ciudadanos legítimos de este país, demandamos una gestión
gubernamental comprometida en primera instancia con nuestros intereses, que se
vea reflejada en todas las actividades y programas que desarrollan los
legisladores, alcaldes y representantes de corregimiento de nuestra región.
Por muchos años
nuestros enemigos han querido mantener separados los diferentes sectores de
nuestro pueblo, con el fin de debilitar sus luchas y mantener engañados a cada
uno por su lado. Desde siempre han
querido separar al negro del indio, al campesino de la gente de la ciudad,
inventando mil prejuicios que siempre buscan favorecer la posición y la imagen
de los ricos y de la gente en el poder.
Esa actitud y acciones son hoy más evidentes que nunca, cuando se quiere
presentar al campesino de nuestra región como gente contraria al desarrollo y
el progreso. Por ello hacemos un llamado
urgente a los sectores populares de nuestro país, y principalmente al
movimiento popular de la provincia de Colón a que se sume e manera activa a la
laucha pro la defensa de nuestra tierra y nuestra riqueza, que también les
pertenece.
Si ese llamado
es importante para los hermanos
trabajadores, estudiantes, amas de casa, y demás sectores de la ciudad,
lo es en mayor medida para nuestros hermanos campesinos e indígenas, quienes se
enfrentan a iguales condiciones en otras partes de nuestro país. Quizás esa lucha sea frente a un proyecto
hidroeléctrico, o frente a una concesión minera o turística, como sea, se trata
del reparto que han desatado los depredadores de tierra, que quieren hacer a su
antojo lo que sea para seguir enriqueciéndose.
Hermanos del campo, tenemos que unir nuestras acciones y esfuerzos, ASÍ
COMO LAS QUEBRADAS SE JUNTAN PARA HACER RIOS, Y LAS LOMAS Y CERROS HACEN
CORDILLERAS.
Resulta
importante destacar que entre los múltiples esfuerzos que hay que seguir
haciendo, a las comunidades del distrito de Donoso, y en especial al sector de
Coclesito y Guasimo, les corresponde un papel de primera línea, ya que se
encuentran directamente afectadas por la labor de las mineras Petaquilla y
Minera Panamá. A esas comunidades les
corresponde una importante labor de resistencia y denuncia, que debe alimentar
el accionar de nuestra organización y de las demás comunidades campesinas para
desenmascarar las verdades sobre el robo y daño que realizan las mineras.
En ese mismo
afán nuestra Coordinadora Campesina debe hacer un serio análisis de su
experiencia y situación actual, con el fin de hacer frente a nuestras
deficiencias, para corregirlas, y fortalecer el trabajo que hemos hecho hasta
hoy.
Se puede decir que nuestra principal fuerza viene dada por el arraigo y
la evolución de las acciones que hemos realizado. Desde las acciones en las comunidades se pasa
a acciones locales en determinados sectores frente a problemáticas particulares
(impuestos, obras locales, oposición a INRENARE y ANAM, etc.). Luego se pasa a un nivel regional con la
creación de la Coordinadora Campesina Contra los Embalses (CCCE). Superado el
conflicto por la ampliación del canal, hay un salto en el contenido del
movimiento, enfocándose en un plano más integral de la región, pasando a
convertirse en Coordinadora Campesina Por la vida.
Las posibilidades de avance de nuestra Coordinadora
descansan en la independencia del movimiento.
Independencia significa que la Coordinadora Campesina por la Vida ha
logrado ir precisando sus objetivos y metas en el conflicto, depurando a la vez
su relación política con otras instituciones y organizaciones. El movimiento, que no hace distinción por la
adhesión política de sus miembros, surge vinculado las comunidades eclesiales
de base, algunas ONG y universitarios.
Una primera separación se da con los partidos políticos electorales, a
los cuales se les niega cualquier tipo de adhesión u orientación. Sin embargo la diferenciación más importante
ocurre en relación a la iglesia Católica, la cual desde su perspectiva
conservadora considera a la CCPV como potencialmente peligroso a sus intereses
en la región. Para ello retira al equipo
de misioneros Claretianos de la región, que habían jugado un papel importante
en la promoción de la movilización contra los embalses, y hace una purga en la
pastoral Social-Caritas, la cual había canalizado importantes recursos
económicos para la organización. Es
decir, la ruptura, parte desde la jerarquía de la Iglesia Católica.
Debemos tener confianza en que podemos producir un cambio en la región
por la experiencia acumulada por la organización y los resultados obtenidos en
conflictos anteriores. No debemos
olvidar que hemos sido capaces de hacer muchas cosas, comenzando por nuestra
propia subsistencia. Hemos sido los que
construimos los caminos, las escuelas, los acueductos, las capillas. Logramos sostener nuestros medios de
producción, a pesar de las medidas restrictivas de corte conservacionista que
legalizó el gobierno a través de INRENARE y ANAM. Pudimos hacer frente al gobierno, la
Autoridad del Canal y toda una campaña propagandística e intimidadora, para
contribuir a rechazar la creación de tres embalses artificiales en la
región. Esa certeza quedó expresada
cuando señalamos que "Dure lo que
dure, cueste lo que cueste, si luchamos como hermanos, esta lucha la
ganamos!"
A pesar de eso debemos reconocer que existen ciertas
fallas que debemos corregir. Uno de
ellos es el aspecto de orden económico toda vez que limita de manera
importante, no ya la permanencia de los activistas, sino la posibilidad de
llevar a cabo algunas acciones y propuestas.
Importante es señalar que la CCPV nunca ha tenido recursos para
malgastar y aun cuando en algún momento hubo un apoyo importante de la iglesia
a través de la Pastoral Social-Cáritas para la movilización fuera de la región,
el sostén económico principal ha sido el aporte de sus propios miembros. Es necesario que preparemos una propuesta más
firme de cara a garantizar el sostenimiento de la organización.
En relación a las limitantes de orden político las mismas
vienen dadas por dos factores. Por un
lado por las acciones desarrolladas desde la esfera estatal y de las empresas
en contra del movimiento campesino y, por el otro, por la falta de una
propuesta de desarrollo ordenada y explícita de la CCPV.
No ayuda el hecho de que no hayamos ordenado una propuesta de desarrollo,
por más rudimentaria que esta sea.
Ciertamente hemos dicho que “Creemos
que otros proyectos, otro desarrollo, otros modelos de sociedad son posibles y
nosotros tenemos mucho que aportar”, “la CCPV fortalecerá y ampliará sus
objetivos para encaminarse a la construcción de una sociedad más justa y
solidaria”, pero para encaminarse hacia un cambio es preciso dar a conocer
esa imagen que se tiene del futuro, no a los adversarios, sino principalmente a
nuestra propia gente y a todos los sectores que potencialmente se pueden sumar
a nuestra lucha.
Se
requiere además de un plan político de acción para llevar a cabo esa
propuesta. Esto es una necesidad
impostergable si se tiene presente que la propuesta no se va a ejecutar solo
porque es “buena” o se ve bonita, entendiendo que no estamos solos en esta
lucha. Aun en la posibilidad de que el
gobierno se incluya en la ejecución de una propuesta de desarrollo, no dejará
por eso de tratar de cambiar la situación en su favor. En ese sentido, se deben prever acciones
encaminadas a cambiar la correlación política a favor de la propuesta
campesina. Esto
debe hacerse también en el plano de la formación de conciencia de nuestros
compañeros. En este momento eso es crucial.
CCPV, 16 de
octubre 2010
Panamá: DE LA LUCHA DE CLASE EN EL CAMPO
COORDINADORA
CAMPESINA POR LA VIDA (CCPV)
![]() |
Victoriano Lorenzo, general de la cholada guerrillera |
ALTO
AL ATROPELLO DE LAS MINERAS
Desde hace un tiempo
considerable hemos venido haciendo frente a diferentes atropellos contra
nuestras comunidades. Esta tierra que
hemos ganado con tanto sudor y sufrimiento se nos quiere arrebatar para darle
privilegio a proyectos que solo ofrecen migajas hoy hambre y desolación para
mañana. Se quiere abrir las entrañas de
nuestra tierra para sacar el oro, la plata y el cobre, para dejarnos solo
tierras estériles, contaminación y más pobreza.
La herida de Petaquilla ya
está abierta, chupando el oro de nuestro suelo y sin resolver los profundos
problemas de nuestras comunidades. Ahora
se intenta profundizar esa herida a través de la explotación del cobre. Aparece al frente la Empresa Inmet Mining
de Canadá, dueña de Minera Panamá, S. A. y socia mayoritaria del Grupo
Petaquilla. Además del saqueo del oro,
quieren extraer más de 8 millones de toneladas de cobre, a cambio de migajas
que no beneficiarán a nuestra región ni a corto ni largo plazo.
Considerando la importancia y
la gravedad de esta situación con las empresas mineras, nuestra Coordinadora
Campesina por la Vida
sustenta su RECHAZO A TODOS LOS PROYECTOS MINEROS que se ejecutan en el país, y
en particular en Donoso, a partir de las siguientes consideraciones:
1. Ningún proyecto minero es
sustentable a largo plazo. La minería es una actividad extractiva a corto plazo con
efectos negativos a largo plazo en los recursos naturales y en todos los
aspectos de la actividad humana.
2.
Existen elementos suficientes para desconfiar de las empresas mineras y su
manejo del medio ambiente.
® El grupo Petaquilla inició de manera ilegal de la construcción de la mina de Molejón el 1 de
enero de 2005 sin haber presentado y aprobado el Estudio de Impacto Ambiental.
® De igual forma el Proyecto
de Oro Molejón inició sus operaciones el 7 de abril de 2009, sin haber cumplido con todos y cada uno de los 40
nuevos requisitos exigidos en su momento por la ANAM.
® Los proyectos mineros que se desarrollan en Donoso
destruyen el Corredor Biológico Mesoamericano.
® La empresa
canadiense Inmet Mining (que es la dueña real de los proyectos) tiene
antecedentes de mal manejo ambiental en otros países. En España, en la mina de cobre Las Cruces, se
le han levantado dos “expedientes sancionadores” en 2008 y 2010, por el delito
ambiental de contaminación. Recibió el pasado marzo un revés judicial en Turquía
contra un proyecto en ese país. Un
informe del Banco Mundial solicitó en 2000 el cierre inmediato de la mina Ok
Tedi en Papúa Nueva Guinea, participada en un 18% por Inmet Mining. Esta mina
vierte 80.000 toneladas de residuos al río, según los ecologistas.
® Entre 17 y 19 de
agosto del año en curso ocurrió un derrame de las tinas de relavede Petaquilla,
denunciado por las comunidades cercanas al proyecto y que la minera se apuró a
desmentir. ¿Quién garantiza que no se
vuelvan a dar otros derrames?
3.
Igual que antes se niega la información bajo comportamiento malicioso.
El proyecto de cobre, a cargo de Minera Panamá, ha realizado un estudio de
impacto ambiental que nos ha costado 17 millones de dólares y que cuenta con
más de 14 mil páginas, a las cuales no pudimos tener acceso, tanto porque no
había copia electrónica disponible en la “Dirección Nacional” de la ANAM en Panamá, como por el
hecho de no tener a mano 1,400 dólares para sacarle copia. Nuevamente se
prepara otro “show” donde la minera hará gala de virtuosas exposiciones acerca
de las bondades del proyecto de cobre, con una audiencia complaciente, traída a
propósito para este espectáculo. Asistimos a un
evento en donde, como en casos anteriores, lo que se busca es legalizar el
atraco a los recursos de los panameños, luego del cual se desatará una serie de
actos represivos contra las comunidades rurales, en los que participan las
mismas entidades del estado cuya fundamental responsabilidad debiera ser el
salvaguardar los interese de la población.
Pese a todo tenemos elementos de
juicio que cuestionan dicho estudio de impacto ambiental.
4. El Contrato-Ley 9 de 1997 sigue siendo la
justificación jurídica que permite todos los abusos de los mineros, al
concederle innumerables beneficios por encima de cualquier ley que se haya
hecho o se haga en el futuro. Casi como
decir que ni Dios mismo puede cambiar ese contrato.
5. La actitud del Gobierno Nacional sigue
siendo la de favorecer el desarrollo de los proyectos mineros, aun conociendo
los múltiples malestares y manifestaciones de nuestras comunidades campesinas y
de organizaciones ecologistas y sociales, nacionales y extranjeras. Existe además una deficiente legislación y
estructura del Estado panameño para garantizar la fiscalización en el
cumplimiento de las normas y estudios de impacto, así como el control de los
supuestos beneficios de esta actividad. Cómo puede hacerlo con tan solo tres
inspectores de minas y un equipo de laboratorio con dos químicos y cinco
asistentes a nivel nacional, mal pagados todos.
6. Desde nuestros intereses y del conjunto de la
nación panameña los proyectos mineros son un gran robo, una gran estafa.
Quienes proclaman los múltiples beneficios de las minas ocultan el hecho de que
cualquier pago de la mina, pasa porque ellos primero saquen la inversión que
están haciendo. Ocultan que esas
inversiones que están haciendo incluyen la supuesta ayuda que hacen a las
comunidades. Es decir, al final la
estamos pagando nosotros mismos. Ocultan
que solo entregarán un 2% de regalías, lo que equivale a decir que solo darán 2
dólares de cada 100 que se ganen. Pero además de todo eso, después que se
lleven todo el oro, la plata y el cobre, que será dentro de pocos años, nos
dejarán miles de hectáreas contaminadas, deforestadas, con ríos desviados, con
miles de especies animales y vegetales afectadas, y lo que es peor con
comunidades destruidas, más o igual de pobres, profundamente afectadas en su
salud, en su agricultura y sus costumbres.
Frente al atropello de las mineras decimos con toda
la fuerza que nos da la razón, que pese a todas sus maniobras y afán de
enriquecimiento nosotros pensamos que vale millones de veces más la vida de
cualquier niño, mujer, anciano o joven campesino que vive en nuestras
tierras.
¿Es que acaso los campesinos
no somos seres humanos con dignidad y derechos igual a cualquier otro panameño
y ser humano en la tierra?
Frente a tanta injusticia, la Coordinadora Campesina
Por la Vida invita a las comunidades campesinas de
nuestra región a seguir manteniendo una actitud firme y fuerte contra los
proyectos mineros que nos amenazan.
Invitación que hacemos extensa a las organizaciones sociales y gremiales
de nuestro Panamá, en particular las colonenses, y a todas las organizaciones
internaciones preocupadas por la problemática.
Con total convencimiento
manifestamos que la mejor forma de lograr un desarrollo digno, humano y
verdadero en nuestra región es fortaleciendo la agricultura campesina y
eliminando todos los proyectos que no ofrecen ningún sustento para el futuro.
CON LA
PATRIA Y POR LA
TIERRA
COORDINADORA
CAMPESINA POR LA VIDA
(CCPV)
5 de
noviembre de 2010
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Datos personales
- Quibian Gaytan
- periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.