Muammar Al-Khaddafy, el amigo de (papá) Torrijos, intenta ahogar la rebelión en sangre. Mientras que Martinelli, el cual tiene también las manos manchadas de sangre, mira hacia otro lado.
La rebelión tiene la virtud, por sí misma, de develar la verdadera catadura carnicera de los gobernantes, civil o militar que fuese. Por muchas décadas se presentó, al crel. Muammar Al-Khaddafy, bajo los marbetes “socialista árabe”, “nacionalista”, “antiimperialista”, y efectivamente enfrentó y tuvo roces y choques con el imperialismo. Como quién dice era la prueba positiva de la tesis revisionista soviética –de gran difusión allá por los 70- de que “los militares podían devenir la fuerza dirigente en las revoluciones antiimperialista” en todo el tercer mundo. Fundamentación pseudo marxista y sabana con que se arropó, entonces, mucha gente. Entre estas, el mismo dictador nuestro, Gral. Omar Torrijos (él cual, entre otras payasadas, fue a hacer el ridículo en el Sahara líbico una vez). Pues bien, retornando, esas no eran más que falsas banderas como se estila designarle hoy.
Eran otros tiempos y el socialimperialismo soviético navegaba viento en popa. Vino la crisis y a las guerras colonialistas de conquista de fuentes energéticas y áreas estratégicas, de los 90, y a los que le ha seguido y desborda, como las olas de un tsunami, la guerra popular revolucionaria.
Una de los aspectos caracterizadores de una rebelión, de todas las rebeliones, desde su íntima espontaneidad natural, es la de ser el despertar de la iconoclastia de las masas. ¡Los ídolos, tienen los pies de barro y son siempre peones de las clases dominantes!
Difícil y dramático despertar. Eso lo está demostrando con creces las actuales rebeliones que sacuden al mundo árabe (¿sólo árabe? ¿No es la rebelión de los Ngäbe Buklé, en Panamá, y con la cual se ha manchado las manos hasta el cuello el fascista presidente Ricardo Martinelli, una prueba que no es así?).
Denuncian los muy diversos blog en el mundo, y de todas las corrientes de interpretación del marxismo-leninismo, hoy maoísmo, ¡Masacre en la segunda ciudad de Libia, Benghazi, cuando las tropas, han abierto fuego contra los manifestantes anti-gubernamentales y dejado 120 muertos y 7,000 heridos!
Para tan horrenda matanza en masas el gobierno del coronel Khaddafy, actuando en defensa de los intereses de la oligarquía libia, no sólo ha ordenado al ejército y a la policía de disparar indiscriminadamente contra las masas de contestatarios, sino que ha hecho recurso a mercenarios sicarios.
La organización Human Rights Watch ha informado de 84 muertes. Por su parte, Al Jazzera ha informado que las fuerzas de seguridad libias han matado al menos a 70 manifestantes en Bengasi, la segunda ciudad del país. "Yo vi con mis propios ojos: al menos 70 cadáveres en el hospital", dijo un médico, al-Wuwufaq Zuwaila, añadiendo que las fuerzas de seguridad impidieron que las ambulancias para ir a los lugares de las protestas. Al Jazeera también ha informado de cerca de 15 personas asesinadas por las fuerzas de las normas de seguridad durante un cortejo fúnebre. Por la noche, también a las autoridades libias anunciaron que habían arrestado a docenas de extranjeros de diferentes países árabes pertenecientes a una "red" que tenía la intención de desestabilizar el país. ¡No faltaba más!
La televisión vía satélite también dijo que el aumento de la protesta contra el coronel Muammar Khaddafi. Explicando que el gobierno de Trípoli ha bloqueado la señal en la aldea de Al Jazeera, la emisora también informa que se vio ensombrecida también el sitio web. En este caso, pero esta es una acción específica. El acceso a Internet, según un comunicado de Arbor Networks, una empresa especializada en la vigilancia del tráfico en Internet en los Estados Unidos, que estaba completamente bloqueada en Libia durante la noche. Libia ha "terminado abruptamente" acceso a internet en tiempo de 02:15 locales (1.15 en Italia), informó la compañía, añadiendo que las conexiones a Internet ya estaban muy perturbado ayer.
La televisión vía satélite también dijo que el aumento de la protesta contra el coronel Muammar Khaddafi. Explicando que el gobierno de Trípoli ha bloqueado la señal en la aldea de Al Jazeera, la emisora también informa que se vio ensombrecida también el sitio web. En este caso, pero esta es una acción específica. El acceso a Internet, según un comunicado de Arbor Networks, una empresa especializada en la vigilancia del tráfico en Internet en los Estados Unidos, que estaba completamente bloqueada en Libia durante la noche. Libia ha "terminado abruptamente" acceso a internet en tiempo de 02:15 locales (1.15 en Italia), informó la compañía, añadiendo que las conexiones a Internet ya estaban muy perturbado ayer.
Mientras eso ocurre en dichos países norafricanos, el presidente Ricardo Martinelli que ya tiene sus manos manchadas de sangre por su ataque contra los trabajadores bananeros de la provincia de Bocas del Toro, como por “casualidad” de origen Ngäbe Buklé, y que ya enfrenta una creciente rebelión de dicha nacionalidad oprimida por aquello de la contrarreforma del Código Minero y por la defensa de la territorialidad y autonomía de su comarca nacional, hace como quién mira hacia otro lado y se calla frente a las atrocidades del coronel libio.
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