Pretendieron sorprender a las masas, para parar su rebelión y desviar la revolución, con un telechurro: sacar a Mubarak y poner como auténtico Salvador de
Dentro de los acontecimientos del día, del choque entre manifestantes y fuerzas represivas, es destacable el hecho de que un centenar de suboficiales y policías se han unido a las masas, exigiendo el derrocamiento de los oficiales del ejército fieles a Mubarak.
Los jefes militares, mubaraquistas todos, hoy apoderados del gobierno, han pensado que podían burlar la vigilancia revolucionaria popular con sólo “virar las chaquetas” e incumplir con las demandas de la revuelta popular que ha volteado al gobierno “pasado” y se ha encontrado con que la criada es respondona. La gran masa del pueblo egipcio –trabajadores, mujeres y jóvenes- gran protagonista de la rebelión de enero les han puesto de patente de que no están dispuestas a dejarse arrancar los frutos de su acción histórica.
El pueblo árabe egipcio, como de los demás lugares del entorno, han hecho patente que la larga onda de la rebelión aún no se detendrá. Todo indica que han llegado a la compresión de que ¡Salvo el poder todo es ilusión!
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