En Tikrit, ciudad de Irak, un patriota ha dirigido su coche-bomba contra un Puesto de control en la entrada de la antigua residencia del exPresidente Saddam Hussein, pretexto para la agresión y asesinado vilmente por orden de George Bush durante la Segunda Guerra del Golfo.
Al menos 11 soldados murieron y 19 resultaron heridos a causa del estallido del coche-bomba. En esta ocasión el ataque guerrillero no ha causado bajas entre los terroristas ocupantes de la coalición imperialista, cada vez encerrados en sus superprotegidas bases. Ello es una palpable muestra de que estos últimos al pasar a una fase de empantanamiento en su guerra de agresión, pierden autoridad moral por el incumplimiento de Obama de la palabra empeñada, y el cómo las fuerzas patrióticas tanto iraquíes como afganas han ido tomando la iniciativa militar y pasando a la ofensiva.
Así, entre otras acciones, el pasado lunes cinco terroristas soldados yanquis han sido abatidos en el centro de Irak. Con lo cual el número de soldados yanqui del ejército ocupante Otanista muertos, por las acciones de los patriotas iraquíes, ha alcanzado la cifra de 4, 459.
En su larguísima guerra “relámpago” contra el pueblo de Irak, los imperialistas yanquis, finalmente, comienzan a darse cuenta que son sin futuro allí. Que sólo les espera una repetición de lo de Kampuchea y Viet Nam 1975, ahí su creciente temor y rabia: O amplían su guerra de agresión por otros lares (Libia, Corea Democrática, Irán o vaya a saber Usted dónde más) y con el consiguiente crecimiento del sentimiento antibelicista de su propio pueblo, o salen, como esa vez, con el rabo entre las piernas.
La cuestión es tiempo, y es precisamente eso lo que no tienen. Y esto nos indicaría, asimismo, el estado de desesperación en que han entrado los estrategas Otanistas por no podercuadrar el círculo. Fracasados sus planes de dividir la resistencia antiimperialista, con sus actos provocadores de atentar contra mezquitas, sunitas y chiitas, recurren a aplicar sus planes de desestabilización en los países del Medio Oriente o dar carta blanca a la represión masiva del ejército sionista-fascista israelí contra los palestinos y Siria.
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