No podemos no dejar consignada nuestra indignación, independientemente del hecho de que de los revisionistas armados nos separan insalvables diferencias de principios, por este acto de felonía del gobierno Correa del Ecuador de entregar combatientes del país vecino a la satrapía facho-militarista de Santos.
El 27 del corriente las autoridades de la “revolución ciudadana”, como se presenta a sí misma el proceso impulsador del capitalismo burocrático que lidera Rafael Correa, en la ciudad de Quito han detenido a Fabio Ramírez (alias Danilo) y a Yanensi Hoyos presuntos miembros de la FARC Ha sido el logro más reciente, de aplicación de la diseñada Operación Cóndor II, de factura imperialista yanqui y encaminada a aplastar el menor viso de insurgencia antiyanquista en su patio trasero, efectuado dentro de los marcos de la cooperación de los aparatos de seguridad de ambos países.
Inmediatamente, para adelantarse a la reacción de la atolondrada izquierda burguesa latinoamericana golpeada por éste hecho, la jueza Janeth Chauvín ha firmado resolución de detención y entrega a la policía fascista colombiana, en menos que canta un gallo.
Todo indica que la luna de miel entre la burguesa de izquierda al poder en algunos países suramericanos y la izquierda burguesa, tanto en su rama “civilista” como en aquella armada, ha llegado a su fin. En otras palabras, si en un primer momento la necesitó y la utilizó, cumplida su misión para de atraerse a las masas trabajadoras antiimperialistas y antioligárquicas para que sirviese de masa de cambalache con el imperialismo yanqui, ahora se han convertido en molestosos obstáculos para la reconciliación con la administración yanqui.
Es el destino de todos los revisionistas, reformistas y cretinos parlamentaristas servir de palanca de apoyo a la burguesía, disfrazada de “socialista” y “revolucionaria”, y ser desechados de un violento coz cuando ésta ya no les necesita.
En fin, allí dónde Castro se detuvo (debido a sus migas con los revisionistas kruschevistas), hoy para la burguesía “socialista del siglo XXI” ya no hay obstáculos para desandar lo andado. Libre de apremio alguno, menos ideológicos ni de moral revolucionaria proletaria, se lanza por la senda inaugurada por Chávez de rompimiento de amarras con los revisionistas armados.
¡Revisionistas modernos reciclados en neorevisionistas es la hora de volver al redil de Moscú… imperialista! Y sin poner mala cara.
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