por Quibian Gaytan
El pragmatismo y el decadentismo burgués es cada vez más marcada en la camarilla gobernante revisionista y fascista china. Por eso mismo, ellos van por un lado y las amplias masas de los trabajadores de las ciudades y del campo por otro lado.
Con motivo de la conmemoración del 90º Aniversario de la fundación del Partido Comunista de China, 1 de julio de 1921, una vez más, se ha puesto de manifiesto la fractura existente la gran masa de trabajadores y de afiliados al partido y los dirigentes revisionistas del mismo. Como las masas, con motivo de éste acontecimiento, han ido generalizando los actos de concentración masiva por diferentes partes del país y en las cuales entonan “canciones rojas”. Lo que ha provocado aprensiones en esferas dirigentes del partido socialfascista y socialimperialista, en la que ha degenerado el otrora glorioso Partido Comunista de China del Presidente Mao Tse-tung. Terminando por generar la interrogante de que ¿si el hecho es traducible como un “retroceso ideológico”?.
¿”Retroceso ideológico”? ¿Del neoliberalismo imperialista al Marxismo-Leninismo-Maoísmo?
La cosa tiene gracia. ¿No qué ellos, los revisionistas usurpadores de la dirección del Partido y restauradores del capitalismo, eran realizadores de “las sabias guías” del Pensamiento del Presidente Mao? No obstante, el embarazo existe entre estos burócratas y mandarines burgueses.
Ante la pregunta de cara al fenómeno, sobre el aumento de interpretaciones de éste tipo de canciones revolucionarias, Wang Xiaohui, subdirector del Departamento de Publicidad” (¿Propaganda?) del Comité Central del PCCh, hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa: "Ahora tenemos una cultura muy rica y variada. A algunos les gustan las 'canciones rojas' y a otros les gusta el pop o el rock".
¡Vaya, vaya! Según el alto burócrata, ahora a unos (el pueblo trabajador) les gusta recordar los acontecimientos revolucionarios con canciones revolucionarias proletarias y rojas; a otros, aparentemente, prefieren hacerlo con música y cantos imperialistas y burgueses decadentes.
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