(Nota de Luminoso Futuro: El equivalente al imperial germánico de “¡Ahora o nunca!” para los guerreristas de Washington, encabezados por Barack Hussein Obama, resulta ser el “¡todo o nada!”. Expresiones diferentes pero portadoras de un mismo contenido, compendiador de la actual estrategia militar de una Superpotencia en fase agónica. Más allá de la crisis económica y política interna, del resquebrajamiento de su sistema neocolonial mundial, del multiforme reto económico y político de potencias capitalistas regionales emergentes, sobre todo de la conformante Superpotencia euroasiática (China y Rusia), es su propia supervivencia hegemónica la que pone en la balanza de la guerra. Es una nueva situación internacional que cambia las reglas del juego de las relaciones y correlaciones de fuerza internacionales, en la cual USA, bajo la cobertura de la pax americana era el jugador estrella. Hoy los naipes se le caen de las manos y la iniciativa político-militar pasa, inexorablemente, a manos del jugador contrario. Tantas oportunidades perdidas. Engolosinado por sus depredaciones, saqueos y robos descarados en daño de Estados y países clientelares suyos, el miedo le hace perder la sangre fría y sus dedos ya no pueden mantener sujetas a las diez pulgas sin aplastarlas. Es tal y como lo ha dicho el general chino Luo Yuan, USA, atenazada por sus dificultades internas y la creciente rebelión de naciones que defienden rabiosamente su soberanía estatal, “ya no puede estirar más sus diez dedos, así que hace un puño”. En otra forma, el jugador fullero cogido infraganti en sus propias trampas desea acabar el juego, desparramando las cartas. Aunque ello provoque una pelea callejera a cuchilladas.
¿Habrá, en los meses por venir, una Tercera Guerra Imperialista Mundial? A esa interrogante intenta darle respuesta el liberal-imperialista Lyndon LaRouche. Sus respuestas, siendo él indudablemente un imperialista estadounidense, son pseudopacifistas y reaccionarias. Él intenta salvaguardar el liderazgo mundial USA a costa de una pretendida “alianza transpacífica” –USA + China + Rusia- y no la liquidación del sistema imperialista mundial. Pero, y eso deben tomarlo en cuenta los comunistas al elaborar su línea política internacional de lucha por la paz, contra el imperialismo y por la revolución socialista internacional, LaRouche representa a un importante sector liberal de la burguesía nacional imperialista antioligarquía financiera norteamericana e inter-nacional. Usted, camarada, no sólo puede sino que debe distanciarse de su postura de solución del conflicto bélico internacional que se nos viene encima, pero no cerrar los ojos ante esta contradicción en el seno del enemigo de clase. Por ello, pongo a su disposición un artículo que viene y recoge su toma de posición).
¡A detener el holocausto nuclear!
Por Lyndon H. LaRouche, Jr.
El mundo se encuentra actualmente al borde de: (1) La combinación de una crisis de desintegración económica general que amenaza inmediatamente en el sector transatlántico, y (2) un bombardeo termonuclear ya previamente preparado, encabezado por los angloamericano, desatado por la alianza angloamericana, en contra de naciones destacadas de Asia como Rusia y China. Este peligro existe ahora al menos en tanto que el Presidente estadounidense Barack Obama, controlado por Londres, siga como Presidente de Estados Unidos de América. Esta condición se ha preparado previamente desde el asesinato del ex jefe de Estado libio mediante el concierto de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos bajo el Presidente Obama.
Ese ataque ya se ha preparado con anticipación en torno al detonante designado de la amenaza israelí de atacar a Irán, y el propósito asociado de aplastar a la nación de Siria. A menos que EUA destituya a un Presidente Barack Obama realmente demente en base a la Sección 4 de la 25ava Enmienda a su Constitución Federal, o mediante el enjuiciamiento político de ese Presidente, hay muy poca probabilidad de que se pueda evitar una Tercera Guerra Mundial en las semanas por venir. El retiro forzado del Presidente Obama evitaría el mayor peligro al planeta en su conjunto.
Esto no es una especulación; esto es un hecho.
Al mismo tiempo, la totalidad de la región transatlántica se está precipitando en las profundidades de una hiperinflación cuyos efectos serían mucho peores de lo que azotó a la Alemania de Weimar en 1923. El peligro más grave, de la guerra termonuclear y a la vez de la depresión económica más profunda del mundo en la historia moderna, se podría detener ahora; pero no se detendrá a menos que se le detenga. Dentro de EUA eso significa tres acciones: (a) sacar al Presidente Obama del puesto; (b) promulgar de nuevo y de forma inmediata la ley Glass-Steagall del Presidente Franklin Roosevelt; y, (c) restablecer la acción de la Banca Nacional de EU del que fue pionero el Secretario del Tesoro Alexander Hamilton. El conjunto de estas reformas legislativas sería suficiente para iniciar una recuperación económica general.
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