El Gran Sol Rojo del Amanecer

domingo, 29 de enero de 2012

ODIAR AL OPRESOR ES JUSTO


Es justo odiar al opresor, es absolutamente necesario y sin ese odio es imposible pensar en acabar con la opresión.

El odio a como nos tratan puede y debe ser una base, un punto de partida, para avanzar a la revolución a acabar con este sistema. Pero para llegar a esa posición revolucionaria hay que ir más allá del deseo de venganza, más allá de pensar cómo uno puede acabar con su propia opresión; significa dar un salto y desear sacar y arrancar las raíces de la opresión no solo en un lugar, en un país o región, y no solo para un grupo o país, sino en todo el mundo y para toda la humanidad.

Lo que necesitamos no es simplemente devolverle golpes al opresor, no únicamente tomar un poco de revancha, sino más que todo eso, levantarnos completamente, perseverar y hacer la revolución.

Si no tuviéramos el deseo candente de acabar con todo esto y enterrarlo de una vez para siempre, no tendríamos el derecho de llamarnos revolucionarios y nunca seríamos capaces de guiar a nadie a la revolución. Pero con ese espíritu solo, jamás se hará la revolución. Tiene que ser templado con una teoría revolucionaria y un método científico para poder lidiar con las complejidades intrísecas a una revolución y para poder atraer la fuerza que en realidad puede hacer la revolución, los millones de masas populares.

El único que no necesita justificar, de una forma u otra, la explotación, la opresión de la mujer y de naciones y minorías nacionales, la guerra y mil monstruosidades más, es el proletariado internacional; solo el proletariado revolucionario consciente de clase sostiene que se pueden eliminar y se eliminarán todas estas cosas de la faz del planeta. Cuando se combina este punto de vista y dirección con la ira y deseo ardiente de las masas oprimidas de ponerle fin a todo esto, se forja una fuerza invencible.

Publicado por el blog camarada Odio de Clase 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.