El Gran Sol Rojo del Amanecer

domingo, 5 de agosto de 2012

EL SAQUEO CIENTIFICO DE AFGANISTÁN


por Quibian Gaytan

Luego del autoatentado del 11 de septiembre de 2001, so capa de castigar a Bin Ladden y a los Talibanes, el imperialismo se lanzó vorazmente sobre Afganistán. No voy a hacerles pasar, una vez más, sobre la larga lista de atrocidades, destrucciones, matanzas en masa, tropelías y horrorosos crímenes de guerra en que se han manchado lo soldadesca yanqui y sus gobiernos francamente fascistas en ese país, aunque enmascarado de “democrático”. Ni de su pública y aviesa intención de meter una cuña estratégica, ocupando Afganistán, en el costado del eje euroasiático, Rusia imperialista y la China socialimperialista aliadas. No, hablaré sobre otra cosa. Sobre el programado y organizado saqueo “científico” de Afganistán por parte de la burguesía imperialista y los grandes monopolios internacionales estadounidenses.
De partida hay que decir que, más allá de la palabrería de “llevar la democracia”, la “civilización y el modo de vida norteamericano”, de “liberar a las mujeres afganas de la dictadura fundamentalistas de los talibanes”, las motivaciones reales han sido el despojo y saqueo de los abundantes recursos y riquezas subyacentes en los suelos de Afganistán.
Ello se colige de un informe conjunto final presentado por el Departamento de Defensa y una entidad oficial filial del Pentágono, el Servicio Geológico de USA, a la Embajada yanqui en Afganistán. Un informe prosaicamente llamado o presentado como “mapa del tesoro”. Esto es, un estudio al detal, elaborado con el concurso de la Nasa, de más del 70% del territorio de dicho país y la identificación de potenciales ricos depósitos de cobre, oro, hierro, petróleo y gas natural entre otros minerales, apenas  creyeron “pacificado el país” en 2004. Y, los gringos, como pragmáticos imperialistas que son, desde ya, contando con la ayuda del gobierno títere montado por ellos mismo y la complicidad de una traidora burguesía compradora nativa, con el apoyo del grupo de trabajo del Departamento de Defensa, funcionarios del Ministerio afgano de Minas abrieron los procesos de licitación o subasta, para la exploración y la explotación posterior de cuatro áreas Licitaciones, que duda cabe, acaparan exclusivamente las grandes componías mineras y petrolíferas estadounidense. Es el viejo derecho de conquista del invasor extranjero, apenas disfrazado de "democrático".
Este saqueo y depredación de Afganistán se encuentra en estadio de realización inmediata con el proyecto de oro de Badakhsan (provincia de Badakshan), el de cobre de Zarkashan, el de oro en Ghazni, de cobre en Balkhab, Sar-i-Pul (provincias de Balkh), y el proyecto de cobre Shaida (provincia de Herat).
Un vez una empresa imperialista “gana” una licitación, de algunos de los sitios, recopila datos hiperespectrales geológicos, geoquímicos y geofísicos. Envía, a renglón seguido sus expertos y ejecutores, sin olvidar por algún momento dotarse de una bien armada guardia de seguridad, por ejemplo para uno sólo de los proyectos con un número de 1,500 mercenarios (“especialistas” dicen que son) y con la perspectiva de aumentarlos hasta 7000 en el futuro.
"Hemos identificado entre 10 y 12 de clase mundial de cobre, oro, mineral de hierro [y] los depósitos de tierras raras que nadie sabía que estaban allí", ha dicho untuosamente un tal Jack Medlin, especialista regional para la región Asia-Pacífico en la Oficina del Servicio de Programas Internacionales. Agregando, a renglón seguido, "Estamos hablando de una inversión de capital de miles de millones de dólares por adelantado antes de que haya extraído de una libra de mineral".
Por su parte,  pintando de rosa lo que realmente significará esta depredación imperialista del suelo y subsuelo de Afganistán ocupado por las fuerzas militares imperialistas, el embajador en USA Hecklil Hakimi derramando promesas y quimeras proclama demagógicamente: “la estimación de ingresos directos que se generen por las regalías y los impuestos de las industrias extractivas podría llegar a $1,5 mil millones para 2016 y superar los $3,7 mil millones para 2026”.  Y que “se convertirá en una importante fuente de empleo, con 165,000 puestos de trabajo previstos por 2016 y hasta el medio millón en 2026”.
Cuando en realidad este saqueo científico de los recursos naturales, que sólo pertenecen al soberano pueblo trabajador de Afganistán, se traducirá más bien en despojos y desalojos masivos de la población campesina de sus tierras ancestrales, generación de una población excedente y medio muerta de hambre y privaciones. Mendigante de un puesto de trabajo en dichos proyectos mineros y petrolíferos, míseros salarios y víctimas inermes de enfermedades que dichos procesos productivos extractivos generarán. Amén de desculturalizados, su cultura nacional democrática destruida, y, sometidos a una cultura extranjera imperialista alienante y degenerada.
En cambio, en el otro polo, lo que no ha dicho el señor embajador de un gobierno fantoche, los supuestos miles de millones de dólares, provenientes de las tales “regalías” e “impuestos” a recibir de los monopolios imperialistas, se convertirán en agua en la mano ante la voracidad del puñado de títeres gobernantes corruptos, burgueses burocráticos y compradores, terratenientes, jefes de tribus y señores de la guerra, de truhanes y malvivientes.
Esa es la aspiración más sentida de los imperialistas yanquis, por eso mismo provocaron la guerra colonial de ocupación; esas son las aspiraciones y sueños de los traidores a su patria; cómplices de este saqueo imperialista científico de las fuerzas productivas del pueblo afgano. Bombeando así, con este saqueo barbárico e inhumano, riquezas físicas (hierro, oro, cobre, petróleo y gas) para emparapetar su bamboleante economía nacional imperialista en crisis agónica. Robar las riquezas materiales y espirituales del pueblo trabajador del país, sojuzgarlos y destruir la nación afgana.
Esos son sus sueños de opio. El pueblo afgano tiene otras miras, aquellas dictadas por su orgullo nacional pisoteado y befado, su libertad nacional y su libertad política destruida, su soberanía nacional y su soberanía estatal y su soberanía territorial aplastada. De ahí, su irrefrenable deseo de sobrevivencia, su intransigente resistencia general, su sostenimiento consciente y masivo de la su guerra popular de liberación nacional contra el ocupante y saqueador de sus riquezas naturales y sociales.

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Datos personales

periodista obrero. Comunista (marxista-leninista). Antiimperialista, anticapitalista y antimilitarista.