(Nota de Luminoso Futuro: Con la
oficialización de la restauración del capitalismo en la otrora Patria
Socialista de Lenin y Stalin, de China Popular, luego de la muerte de Mao, y el
desvanecimiento contrarrevolucionario del exCampo Socialista Mundial, y
consiguientemente con las pérdidas de las conquistas políticas y sociales socialistas
de la clase obrera internacional, la burguesía imperialista han dado el grito
al cielo alborozada: Dizque el “socialismo ha fracasado” y, por ende, “el
capitalismo ha mostrado ser la única forma de sociedad viable y con futuro”. De
seguido sus estrategas e ideólogos atruenan los espacios publicitarios con
aquello del nuevo fenómeno mundial ¡Ha comenzado una nueva época, la época de
la mundialización, de la globalización de la economía y de las relaciones
sociales de producción capitalistas. La milenaria aspiración a la unidad económica, social y político, si les creemos, se
encuentra en tris de materializarse.
Tras ellos, imperialistas y fascistas, en inmunda tropilla revisionistas
modernos y postmodernos, renegados del comunismo y oportunistas de todos los
pelajes han recogido y hecho suyos tan falaces eslóganes. Hablan, también
ellos, de la perspectiva inmediata de un mundo de armonía y paz, de que un
Nuevo Orden Mundial y de acuerdo general entre las naciones y Estados –independientemente
sean imperialistas y no, naciones opresoras o naciones oprimidas, colonialistas
o con su independencia nacional mermada- de reconocimiento de la paridad e
igualdad y respeto mutuo dentro de un único mundo multipolar; en fin, se
desgañitan –para eso les paga el Capital Monopolista burgués- sobre la
posibilidad real de la unidad política del mundo y de la constitución de un
Gobierno Mundial único y democrático. ¡Sueñan!
Sólo “olvidan”, en su pantanosa ilusión pacifista y unionista, una pequeña
cosa objetiva: Las leyes económicas y políticas que predeterminan al
capitalismo, más en su fase imperialista, la ley de la anarquía de la producción
y de la competencia, la de la lucha por la hegemonía mundial por los más poderosos
y armados, la ley de la inevitabilidad de las guerras intercapitalistas por la
división y redivisión económica y territorial del planeta, por el dominio del
mercado mundial. Que los imperialistas y todos los explotadores, de los
diversos países, podrán alcanzar “acuerdos” entre ellos, pero ello es temporal,
por un tiempo limitado preparatorio de nuevos enfrentamientos. Más aun, en sus
ilusiones de posibilitar los grandes tiburones capitalistas, de las grandes
superpotencias y potencias imperialistas, saqueen “pacíficamente” al resto del
mundo, la mayoría, ellos echan en saco roto, las aspiraciones y luchas de los
proletarios y pueblos oprimidos por su libertad nacional y por el socialismo.
Que jamás la clase obrera mundial ha renunciado a la lucha de clase por el
comunismo, y que, por ello, se preparan y llevan a efecto vigorosas guerras
populares de liberación nacional antiimperialista y guerras civiles por el
socialismo y el comunismo.
En sus ilusiones conciliacionistas pequeñoburguesas, totalmente
antimarxistas-leninistas, se han deslizado al Kautkismo, el peor de los
oportunismos. Como él, se dicen “marxistas”, inclusive “leninistas”, pero de
hecho traicionan la verdad universal y los principios revolucionarios
proletarios que conforman el Marxismo-Leninismo. Pensamiento de Mao Tse-tung.
Con sus falsas y contrarrevolucionarias “teorías” de un imperialismo depravado y
expansionista, malo, y en imperialismo bueno, garante de la paz y portador de
la unidad del mundo. Como aquella de alcanzar la unidad del mundo todo,
existente el capitalismo imperialista. Distorsionando, como en su día hizo esa
de su maestro Kautsky del “ultraimperialismo” revivida para la ocasión, así la
correcta y objetiva teoría leninista del imperialismo moribundo y antesala del
socialismo.
Así como un buen día hizo Lenin con su tristemente célebre maestro, los
auténticos comunistas le haremos a ustedes, neokautskianos, ayuda de cámara de las
Superpotencias Imperialistas, morder el polvo de la derrota ideológica y
política. Por seguro tengan ¡No pasarán!)
“ULTRAIMPERIALISMO”
UNA TEORÍA OPORTUNISTA AL
SERVICIO DEL CAPITAL MONOPOLISTA
Exposición y refutación de Kautsky y
su teoría oportunista del "Ultra-imperialismo" De la lucha de Lenin contra el revisionismo y el oportunismo, de
Cheng Yen-Shih, (Prensa en las lenguas extranjeras, Pekín, 1965), Capítulo 9.
EXPOSICIÓN Y REFUTACIÓN DEL KAUTSKYISMO
Lenin demostró la falsedad de la
teoría del "ultraimperialismo" adelantada por Kautsky. Lo consideraba
la más sutil de las teorías oportunistas, la más hábilmente falsificada para
parecer científica.
Kautsky pregunta:
“¿No puede la actual política
imperialista ser suplantada por una nueva política ultraimperialista que
introduzca la explotación conjunta del mundo por el capital financiero unido
internacionalmente en lugar de las rivalidades mutuas de los capitales
financieras nacionales?” (Citado por Lenin en "El imperialismo, etapa
superior del capitalismo", O. cit., página 293)
Y añadió que el fin de la guerra
"puede conducir al fortalecimiento de los débiles rudimentos del
ultraimperialismo... Sus lecciones pueden apresurar los acontecimientos para
los que tendríamos que esperar mucho tiempo bajo condiciones de paz". Si
un acuerdo entre las naciones, el desarme y una paz duradera se logran, la peor
de las causas que condujeron a la creciente decadencia moral del capitalismo
antes de la guerra pueden desaparecer..."
Carlos Kautsky |
Dijo que esta "nueva" fase
del "ultraimperialismo" "podría crear una era de nuevas
esperanzas y expectativas dentro del marco del capitalismo". (Ibid., página
185)
Con su teoría del "ultraimperialismo" Kautsky quiso probar que las contradicciones del capitalismo serían grandemente mitigadas. Lenin señaló que el libre comercio y la competencia pacífica eran posibles y necesarios durante la primera época "pacífica" del capitalismo, cuando el capital estaba en condiciones de aumentar el número de sus colonias y países dependientes sin obstáculos y cuando la concentración de capital era todavía leve Y no existían empresas monopolistas. Sin embargo, en la época imperialista, aunque el monopolio superó la libre competencia, no abolió la competencia; por el contrario, la intensificó, obligando así a los capitalistas a pasar de la expansión pacífica a la lucha armada por la redivisión de colonias y esferas de influencia.
Lenin dijo:
“Los capitalistas dividen el mundo,
no por malicia particular, sino porque el grado de concentración que se ha
alcanzado les obliga a adoptar este método para obtener beneficios. Y lo
dividen "en proporción al capital", "en proporción a la
fuerza", porque no puede haber otro método de división bajo la producción
de mercancías y el capitalismo.
Pero la fuerza varía con el grado de desarrollo económico y político. Para entender lo que está ocurriendo, es necesario saber qué preguntas, se establecen por los cambios de fuerza. La cuestión de si estos cambios son "puramente" económicos o no económicos (por ejemplo, militares) es secundaria, que no puede afectar en lo fundamental opiniones sobre la última época del capitalismo. ("El imperialismo, etapa superior del capitalismo", ob. cit., página 253)
Y añadió: "Las
alianzas" interimperialistas "o" ultraimperialistas ",
cualquiera que sea su forma, ya sea de una coalición imperialista contra otra o
de una alianza general que abarque a todas las potencias imperialistas, son
inevitablemente nada más Que una "tregua" en períodos entre guerras. Alianzas
pacíficas preparan el terreno para las guerras, ya su vez crecen fuera de las
guerras; El uno condiciona al otro, produciendo formas alternas de lucha
pacífica y no pacífica sobre una misma base de relaciones y relaciones
imperialistas dentro de la economía mundial y la política mundial”. (Ibid.,
página 295)
El único significado real y social
que el "ultraimperialismo" de Kautsky podía tener era que "es un
método más reaccionario de consolar a las masas con la esperanza de que la paz
permanente sea posible bajo el capitalismo, distrayendo su atención de los
agudos antagonismos y agudos problemas de Los tiempos actuales y dirigiéndolo
hacia las perspectivas ilusorias de un imaginario "ultraimperialismo"
del futuro". (Kautsky interpretó el papel del párroco diciendo que muchos
capitalistas estaban urgentemente interesados en la paz universal y el desarme,
y no estaban vinculados al imperialismo, porque cualquier interés que pudieran
obtener de la guerra y los armamentos no superaba el daño que podrían sufrir
las consecuencias. Aconsejó a los capitalistas que el impulso del capital para
expandirse podría mejorarse, "no por los métodos violentos del
imperialismo, sino por la democracia pacífica". (Citado por Lenin en
"El imperialismo, la etapa más alta del capitalismo", ibid., P.289).
Lenin remarcó:
“Y ahora que el conflicto armado por
los privilegios del Gran Poder es un hecho, Kautsky trata de persuadir a los
capitalistas ya la pequeña burguesía de que creen que la guerra es algo
terrible, mientras que el desarme es algo bueno, exactamente de la misma manera
y con exactitud Los mismos resultados, como un párroco cristiano intenta desde
el púlpito persuadir al capitalista a creer que el amor humano es el
mandamiento de Dios, así como el anhelo del alma y la ley moral de la
civilización.
Lo que Kautsky llama tendencias económicas hacia el "ultraimperialismo" es precisamente un intento pequeño burgués de persuadir a los financieros a que se abstengan de hacer el mal”. ("El colapso de la Segunda Internacional ", Ob. cit., p.190)
Mostró que, como tendencia ideológica internacional, el kautskismo era a la
vez producto de la desintegración y decadencia de la Segunda Internacional y,
al mismo tiempo, un afloramiento inevitable de la ideología de la pequeña
burguesía que permanecía cautiva de los prejuicios burgueses.
Declaró: “El creciente movimiento revolucionario proletario mundial en
general, y el movimiento comunista en particular, no pueden prescindir de un
análisis y exposición de los errores teóricos del kautskismo. Tanto más cuanto
que el pacifismo y la "democracia" en general, que no reivindican el
marxismo, sino que, como Kautsky y compañía, oscurecen la profundidad de las
contradicciones del imperialismo y la inevitable crisis revolucionaria a la que
da lugar, aún muy extendida en todo el mundo. ("Imperialismo, etapa
superior del capitalismo", Ob. Cit., p. 192-193).
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