La caravana de
migrantes hacia el vientre de la bestia
El 13 de octubre, una caravana de
unos 600 migrantes salió de Honduras decidida a alcanzar la frontera de México
con Estados Unidos para solicitar asilo. Mientras caminaban por Guatemala y
llegaron a la frontera con México seis días después, su número había aumentado
a aproximadamente 5000, principalmente de Honduras, unos barrios enteros
sumiéndose a la caravana según unos migrantes.
Hombres y mujeres, jóvenes, familias, madres con bebés, todos estaban
decididos a escapar del infierno que es Honduras. Un trabajador agrícola de 16
años dijo: “No se puede vivir en Honduras. No hay dinero. No hay ayuda del
gobierno. No hay nada”. Otros hablaron de familiares asesinados o amenazados
por pandillas o por el gobierno. Ninguno sintió que tuviera un futuro en
Honduras.
Los refugiados inundaron el puente entre Guatemala y México y derribaron
una valla fronteriza, y cientos de ellos se abrieron paso hacia México, unos
500 policías federales mexicanos tratando de detenerlos con granadas de gas
lacrimógeno y de humo. el río de humanidad oprimida, que según se informa ya es
de miles de personas, se ha reagrupado y está avanzando hacia el norte a través
de México, ganando el apoyo de gente allí.
Trump está azuzando el odio antiinmigrante e incitando turbas fascistas
con la mentira nazi de que esta valiente caravana es obra de narcotraficantes y
traficantes de humanos, que está llena de “hombres malos” y que “millones
de extranjeros ilegales” pretenden “violar nuestras leyes, violar
nuestras fronteras y abrumar a nuestra nación”.
¡Es como una cámara de agujero de alfiler en que la realidad se proyecta
al revés!
El imperialismo estadounidense,
bajo los demócratas y los republicanos, ha violado, saqueado, aterrorizado y
explotado a América Central desde los 1800. El ejército yanqui invadió a
Honduras siete veces entre solo 1903 y 1925. Convirtió a Honduras en una
plantación para el cultivo de bananas y café y una maquiladora de mano de obra
barata. Utilizó a Honduras como base para librar guerras sucias en América
Central durante los años ochenta. En los noventa, Estados Unidos fomentó el
auge de las pandillas centroamericanas cuando deportó a miles de jóvenes
inmigrantes —muchos de los cuales fueron atrapados en la vida pandillera en
Estados Unidos— de regreso a sus países de origen donde no había ningún futuro
para ellos. En 2009, Estados Unidos respaldó un golpe militar en Honduras, lo
que ha escalado los asesinatos y la violencia a un nivel insoportable.
Ahora estos migrantes se han unido para escapar del infierno que el imperialismo yanqui ha creado. ¡Tienen el derecho de su lado y urge apoyarlos! ¡Son Trump y todo el sistema imperialista que son los criminales!
Ahora estos migrantes se han unido para escapar del infierno que el imperialismo yanqui ha creado. ¡Tienen el derecho de su lado y urge apoyarlos! ¡Son Trump y todo el sistema imperialista que son los criminales!
En la última semana, Trump y los
republicanos se han aprovechado de la caravana de migrantes hondureños, que se
encuentra atravesando México, para azuzar a su base fascista, intensificando
las mentiras y la xenofobia… una “arremetida”, una “invasión”, un “ejército”
que marcha hacia “nuestra frontera”, compuesta de muchos pandilleros de la
MS-13 y “desconocidos mesoorientales”, etc., financiada por los demócratas como
George Soros, y posiblemente Venezuela.
¿Qué ha sido la respuesta de los
demócratas a todo esto? Como señala una columna de opinión del New
York Times de David Leonhardt, básicamente no le hacen caso. Cita los
líderes democratas Schumer y Pelosi: “El presidente se desespera por cambiar el
tema del cuidado médico a la inmigración…”. Y agregan: “Los demócratas se
enfocan como un láser en el cuidado médico y no se dejarán distraer”.
Leonhardt piensa que esta es una mala manera de proceder, pero no porque los demócratas como vergüenzas están dejando que Trump fomente un ambiente tipo chusmas de linchamiento y amenace con soltar a las fuerzas armadas de Estados Unidos contra miles de refugiados pobres y no armados, sino porque le dan la ventaja a los republicanos al hacer ver que los demócratas se parezcan “débiles e inseguros con respecto a la migración”. Y recomienda que los demócratas emitan una declaración así: “Este es un país de leyes. No vamos a admitir a miles de migrantes indocumentados que viajan en una caravana. No tenemos fronteras abiertas. Pero también somos y siempre hemos sido un país de compasión, y estamos trabajando con las autoridades mexicanas para proteger la seguridad de estos hombres, mujeres y niños”.
En otra columna de opinión del New York Times, Frank Bruni dice: “…es más probable que las imágenes [de los migrantes en la caravana] ayuden a los republicanos anti-inmigrantes que a sus adversarios demócratas”. Pero aquí va la pregunta: “ ¡¿Qué nos enseña acerca de los demócratas, y de la dinámica general que impera en este momento, que es probable que las imágenes de los refugiados desesperados “ayuden a los republicanos”?! Fíjense en el lenguaje: ¿por qué es que los republicanos son el partido ANTI-inmigrante y los demócratas no son, y no pueden ser, el partido PRO-inmigrante? ¿Por qué es dar la apariencia de blandura sobre la inmigración una preocupación tan grande para los dirigentes demócratas, y los sabios consejos que están recibiendo de sus pensadores estratégicos son que reafirmen que “Este es un país de leyes”?
Existe una crisis real y objetiva sobre los migrantes y refugiados en el mundo causada por funcionamiento del sistema capitalista imperialista, la que los republicanos están aprovechando (y exagerando) para movilizar a su base en torno a una resolución fascista de esta crisis, o sea, levantar un muro alrededor de Estados Unidos y hacerle una limpieza étnica. Y los demócratas no tienen ninguna propuesta en este momento para la manera de lidiar con la crisis salvo seguir con el funcionamiento “normal” del mismo sistema que es la fuente de la crisis.
Es decir, ¿qué van a hacer los demócratas? ¿Denunciar a los republicanos por la política exterior que llevó a esta situación? ¿Por la militarización de la frontera? ¿Por la inhumanidad de las redadas y las deportaciones? ¿Por presidir un sistema económico que requiere inversiones masivas en países del tercer mundo y que saquea y arruina las economías y desgarra su tejido social? ¡No pueden hacer eso porque son igualmente CULPABLES de todo eso! ¡Es muy aleccionador que Trump acaba de tuitear un discurso de Obama para justificar lo que está haciendo!
¿Y qué van a proponer los demócratas? ¿Aceptar a todos los inmigrantes? Ah no, no estamos a favor de “fronteras abiertas”, insisten Beto O'Rourke y todos los dirigentes demócratas. Claro que no, porque el sistema que manejan, con una brecha tan extrema entre unos pocos países imperialistas y la mayoría de las naciones explotadas y oprimidas, requiere fuertes fronteras. Y requiere la Patrulla Fronteriza y la Migra para imponer eso o al menos imponerlo lo suficiente para que los inmigrantes que sí logran ingresar tengan que vivir en un constante estado de temor, para que sea posible explotarlos más despiadadamente. Incluso la socialista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez dejó en claro que el hashtag #abolirICE “no quiere decir abolir las deportaciones”.
Los demócratas no van a detener, y no pueden detener, los ataques contra los inmigrantes.
por un miembro del Club Revolución
Publicado por Proletari Comunisti
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