[Artículo tomado del documento Marxismo Leninismo Maoísmo, Ciencia De La Revolución Proletaria de los camaradas de la UOC(MLM) de Colombia]
El origen histórico del oportunismo data de finales del siglo pasado, cuando las corrientes enemigas del marxismo y que competían con éste por la dirección del Movimiento Obrero, tales como anarquistas, positivistas y utopistas fueron en teoría y en práctica derrotados y hasta pulverizados algunos de ellos por el Marxismo.
Fue entonces cuando los enemigos del marxismo, se convirtieron en oportunistas, esto es, se hicieron «marxistas», penetraron en su seno para pelear desde dentro a nombre del «marxismo» contra el marxismo.
Las ideas de los oportunistas como todas las ideas, «no caen del cielo» sino que se reflejan de la práctica social en el cerebro oportunista. De ahí que el oportunismo sea un producto social, y como tal inevitable mientras exista la división de clases en la sociedad.
El móvil mas recóndito del oportunismo está en su interés por participar y obtener privilegios a costillas de la plusvalía generada por los obreros. Este interés tiene un sello de clase definido: es un interés burgués. Es así, que el oportunismo tiene una base social definida: el pequeño propietario, la pequeña burguesía o burguesía pequeña, la burocracia, la intelectualidad y también los obreros privilegiados o aristocracia obrera como la denominaron los clásicos.
En la lucha de clases, el proletariado tanto en el capitalismo como en el socialismo siempre tendrá de vecina a la pequeña burguesía que es una clase intermedia, vacilante, inestable, de fácil desmoralización cuando la burguesía aprieta y de gran docilidad cuando la burguesía le bota migajas de plusvalía. En este sentido el proletariado siempre estará «a tiro de cauchera» para que la pequeña burguesía lo penetre con su vacilación y lo engañe con su revisionismo.
El reformismo es un instrumento efectivo de la burguesía para corromper a los obreros y reducirlos a la impotencia; encuentra en la pequeña burguesía y en la aristocracia obrera sus preferidos promotores. Cuando el marxismo ganó el derecho a su existencia demostrando la inevitable derrota del capital, la burguesía optó -para aplazar su muerte- hacer hipócritas concesiones al movimiento obrero. En este propósito encontró un magnífico apoyo en el reformismo pequeño burgués penetrado hasta la médula de fe en la legalidad burguesa e hipnotizado por la «igualdad en general»...sin abolir las clases, condición para de veras hablar de igualdad.
La «igualdad» abanderada por la vieja burguesía revolucionaria frente al feudalismo, fue recogida por el reformismo pequeñoburgués en distintas condiciones históricas, que implican -para ser aceptada por la «legalidad burguesa»- no amenazar el poder del capital, no cuestionar la conservación de la propiedad burguesa. La igualdad soñada por el reformismo pequeño burgués, implica permitir el privilegio de la propiedad privada, en esencia, bendecir la explotación del hombre por el hombre. EL REFORMISMO PEQUEÑO BURGUES ES LA SUSTITUCIÓN DEL MARXISMO POR LA DOCTRINA SOCIALBURGUESA.
Sin embargo la burguesía no se atiene al grueso servicio que le presta el reformismo pequeño burgués, también vierte su influencia ideológica sobre los obreros, corrompiéndoles el espíritu con toda clase de filosofías idealistas, vivificando las ideas religiosas, incrementando el nacionalismo y el individualismo por todos los poros de sus medios de propaganda.
De igual forma recurre al embuste, embaucando a los obreros con teorías y propuestas «de beneficio para todos los trabajadores», como la «concertación», «la paz», «la reforma laboral», «la constituyente», etc., propuestas que encuentran en los oportunistas ardorosos impulsores, para quienes no es difícil introducir esas podridas mercancías como «marxistas» en el movimiento obrero. De ahí, que sea el oportunismo la expresión directa de la burguesía al interior del movimiento obrero.
El oportunismo ha sufrido una metamorfosis -cambios de forma- obligado por los cambios objetivos del movimiento. Unas veces el oportunismo ha aparecido con cara «en extremo» revolucionaria, desconociendo o pasando por encima de las condiciones del movimiento real, olvidándose de la situación concreta -nivel de conciencia- del movimiento obrero, saltándose etapas del desarrollo objetivo de la sociedad y planteando al movimiento tareas, objetivos y formas de lucha que no corresponden a las necesidades de la sociedad ni de la revolución. Esta forma de oportunismo, se ha conocido como «ultraizquierda» o «extremo izquierdismo», que al final de cuentas, termina también por desviar a la clase obrera de su misión histórica, infundiendo en los obreros el desprecio por su organización y el desconocimiento del papel de las masas en la historia al reemplazarlo por la ilusión en la aventura de un «puñado de héroes» desesperados y abnegados quienes «liberarán» a las masas de la opresión y explotación.
Tras esa cara «ultrarevolucionaria», el oportunismo de izquierda, en los hechos (independiente de su deseo subjetivo)desvía al movimiento obrero de la Revolución Proletaria, de la lucha de clases y de la Dictadura del Proletariado.
La otra cara del oportunismo es de tipo «derechista» opuesto al avance del movimiento, conservador de las instituciones burguesas, respetuoso de su legalidad, crédulo en su «democracia», jalador de la rueda de la historia hacia atrás, asustadizo ante la misión histórica del proletariado.
Aunque tanto el oportunismo de «izquierda» como el de derecha se identifican en esencia, al oponerse a la misión histórica del proletariado y reducirlo a la impotencia, ha sido el oportunismo de derecha la forma más usada por la burguesía para penetrar, desarmar y desviar al movimiento obrero.
A fines del siglo pasado cuando se vivía la ausencia de revolución, cuando la utilización del parlamento burgués se había vuelto la práctica más generalizada y cómoda de los partidos obreros, cuando el pacifismo inundaba el movimiento, el oportunismo encontró condiciones para presentarse bajo la forma de revisionismo Bernsteiniano apoyando las vulgaridades de los curas contra el materialismo, reemplazando la dialéctica por la simple evolución, embelleciendo la pequeña producción, negando las crisis y la tendencia del capitalismo a la bancarrota, promulgando la suavización de las contradicciones de clase, negando por tanto la lucha de clases al argumentar que la lucha parlamentaria suple la revolución violenta.
Esta forma del oportunismo se identificó con la consigna: «el objetivo final no es nada, el movimiento lo es todo».
«EL OPORTUNISMO ES OPORTUNISMO PORQUE SACRIFICA LOS INTERESES FUNDAMENTALES DEL MOVIMIENTO A VENTAJAS O CONSIDERACIONES MOMENTÁNEAS, BASADAS EN EL CÁLCULO MÁS MIOPE Y SUPERFICIAL».
V.I. LENIN
Cuando a principios de siglo, el Marxismo tuvo una asombrosa difusión, de tal forma que la moda era volverse marxista. Las luchas económicas de los obreros lograban un acelerado crecimiento y el capitalismo se expandía con potente paso sobre el decadente feudalismo; fue entonces cuando surgió de nuevo el oportunismo bernsteiniano bajo la forma de economismo rechazando la necesidad de la lucha política de los obreros, reduciendo el movimiento obrero y su lucha de clase a un tradeunionismo estrecho, a la lucha «realista» por pequeñas y graduales reformas sin necesidad de pensar en revolución y mucho menos en Dictadura del Proletariado.
Derrotando el oportunismo «economicista» en 1903, resucitó bajo la forma de menchevismo abanderando la idea de Revolución Democrática sin dirección del proletariado -sin partido proletario-, y menos en dirección a la Revolución Socialista.
En vísperas de la primera guerra mundial imperialista, cuando el parlamentarismo había corroído a los partidos obreros, cuando el imperialismo había hecho su aparición como fase monopolista del capitalismo, cuando se acercaba la primera gran derrota del capitalismo en Rusia, cuando todos los imperialistas afilaban sus garras para lanzarse a la guerra por un gran reparto del mundo..., es en esas condiciones cuando el oportunismo aparece bajo la forma de socialchovinismo.
El «socialchovinismo» promulga la defensa de la patria; exhorta a las masas a abandonar la lucha de clases para participar en la guerra en defensa de «su» país; pisotea el Internacionalismo Proletario con la prédica del nacionalismo burgués; abandona la idea de la revolución proletaria y reemplaza la idea de la Dictadura del Proletariado por el co-gobierno obrero en el Estado burgués, inclinándose ante el imperialismo y embelleciéndolo con la teoría del «ULTRAIMPERIALISMO».
El máximo representante de la forma socialchovinista del oportunismo fue Kautsky impulsor de la teoría según la cual, «la revolución sólo podrá hacerse si se desarrollan las fuerzas productivas».
Aunque en esta metamorfosis el oportunismo se manifestó bajo otras formas como «trotskismo», «browderismo», etc., es en 1956 cuando revela su forma mas desarrollada: el revisionismo moderno de Jruschov. Esta forma aparece en un país con propiedad socialista y casi 40 años de revolución proletaria.
El oportunismo con forma de «revisionismo moderno», a nombre del «marxismo leninismo» proclamó la colaboración de clases en su «transición pacífica», proclamó la colaboración con el imperialismo en su«coexistencia y emulación pacíficas», proclamó la inutilidad del partido proletario con su «partido de todo el pueblo», proclamó la caducidad de la Dictadura del Proletariado con su «Estado de todo el pueblo», proclamó la renuncia ala Revolución en la superestructura con su «desarrollo de las fuerzas productivas socialistas», y proclamó la negación al comunismo científico con su «comunismo de goulash» -idea desmoralizadora que desviaba la atención del desarrollo de la sociedad para beneficio de las masas, promoviendo en cambio, el interés en el lujo y el confort consumidor individualista del capitalismo.
El «revisionismo moderno», fue también la forma del oportunismo en China, con una característica especial: al contrario del revisionismo jruchovista que negó en forma total y explícita a Stalin, los revisionistas chinos, siempre se presentaron como consumados «maoístas».
En su metamorfosis el oportunismo ha cambiado su forma pero ha conservado su contenido ideológico fundamental deNEGAR: la Lucha de Clases, la Revolución Proletaria, el Internacionalismo Proletario y la Dictadura del Proletariado.
Es del caso aclarar que el oportunismo puede aceptar la lucha de clases, -como la puede aceptar la misma burguesía-, pero jamás acepta que el rumbo de la lucha de clases sea la Dictadura del Proletariado!.
Incluso es tan falsario el revisionismo moderno, que presenta su dictadura burguesa como «proletaria», realizando la restauración capitalista a nombre del «proletariado», a nombre del «marxismo leninismo maoísmo».
De aquí, podemos derivar que el punto esencial de deslinde entre el Marxismo y el revisionismo, la piedra de toque, es laDictadura del Proletariado, concebida como el Estado de transición entre el capitalismo y el comunismo, en el cual se tiene que continuar la revolución hasta lograr que «los obreros lo dirijan todo» y lasmasas armadas ejerzan en forma directa el poder, sobre todos los asuntos de la sociedad, SIN NINGUNA LIMITACION!.
«LA DOCTRINA SOBRE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA Y LA DICTADURA DELPROLETARIADO ES LA ESENCIA DELMARXISMO LENINISMO. PERSISTIR EN LA REVOLUCIÓN U OPONERSE A ELLA HAN SIDO SIEMPRE EL FOCO DE LUCHA DE LOS MARXISTAS LENINISTAS CON TODOS LOS REVISIONISTAS».
DE: «ACERCA DEL FALSO COMUNISMO DE JRUSCHOV
Y SUS LECCIONES HISTÓRICAS PARA EL MUNDO»
Publicado por el blog camarada Odio de Clase
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